06 diciembre 2012

Festival de Altamont


El 6 de diciembre de 1969 se celebró en el autódromo abandonado de Altamont un concierto gratuito, que pretendía ser el colofón a la exitosa gira que los Rolling Stones estaban celebrando por Estados Unidos y en el que participaban como artistas invitados Santana, Jefferson Airplane, The Flying Burrito Brothers, Crosby, Stills, Nash and Young y The Grateful Dead, cerrando los Rolling Stones el concierto.

Aproximadamente 300.000 personas asistieron al evento, y algunos especulaban que sería el 'Woodstock del Oeste', pero a causa del asesinato que se perpetró frente al escenario mientras actuaban los Stones, todo ello captado en directo por las cámaras del equipo que filmaba imágenes para el film 'Gimme Shelter', que documentaba la gira americana del grupo británico, acabó siendo el evento -posteriormente empleado como acontecimiento crucial por numerosos historiadores y medios- que terminó de marcar el fin de la década culminada desde 1967 por el movimiento hippie de las flores, la paz y el amor. No obstante, este ocaso ya había sido anunciado en cierto modo tras los asesinatos de Tate y LaBianca, cometidos en agosto de 1969 por los acólitos de Charles Manson, los cuales alteraron bastante la percepción popular de la ecuación hippies = paz + amor.

Ralph J. Gleason
Los detonantes de que se celebrara un concierto gratuito de los Stones, fueron, entre otros, el influyente crítico de jazz y pop Ralph J. Gleason, cofundador del Festival de Jazz de Monterey y primer editor de la revista Rolling Stone y sus colegas de la prensa underground californiana. Sus críticas a los elevados precios de los conciertos de los Rolling Stones en su gira norteamericana sembraron pensamientos negativos entre los jóvenes seguidores americanos de música rock acerca de la falta de compromiso de los británicos con la contracultura rock, habiéndose vendido al capitalismo.


"¿Necesitan los Stones realmente todo ese dinero? Si realmente respetan a todos esos músicos negros de los que han tomado cada nota que tocan y cada sílaba que cantan, como Ike & Tina y Howlin' Wolf, porqué no comparten el show y los ingresos con ellos? De todos modos, ¿cuánto se pueden llevar consigo a Inglaterra, una vez pagados los impuestos? Cobrar siete dólares por una hora de los Stones en el Oakland Coliseum, vistos a más de 300 metros de distancia, dice bien poco del respeto de los artistas por su público. Se podría decir que desprecian a su propia audiencia" (Rolling Stone, 1969)

Comentarios como este, irritaron a Jagger y compañía, que se vieron obligados a 'organizar algo para la gente'. "Nuestra organización, Dirt Cheap Productions se puso en marcha con varios colaboradores, entre los que se encontraban Chip Monck (que se encargó de la organización del escenario en los festivales de Monterey y Woodstock), Sam Cutler, Rock Scully, Jerry García, Phil Lesh, Lenny Hart y David Crosby." (Bill Wyman, Rolling with the Stones)

La primera elección para celebrar el concierto fue el Golden Gate Park de San Francisco, pero el ayuntamiento de la ciudad no lo permitió alegando que el mismo día se celebraba un partido de fútbol americano en un estadio cercano y que no disponían de agentes suficiente para hacerse cargo de la seguridad de ambos eventos. La segunda opción fue el circuito de carreras Sears Point, en el condado de Sonoma, pero las excesivas exigencias de los propietarios del circuito dieron al traste con las negociaciones. Por fin, 48 horas antes del concierto -que ya había sido publicitado y anunciado, a falta de la localización- se logró cerrar un trato con el empresario Dick Carter, que poseía un espacio de 32 hectáreas con capacidad de aparcamiento para 80.000 vehículos en Altamont, a 80 kilómetros de San Francisco.

Puesto de venta de LSD en Altamont. A 1$ el ácido.

La pésima elección del sitio, la falta de tiempo, para organizarlo adecuadamente, la falta de previsión de inodoros portátiles, servicios sanitarios y, sobre todo, la ingenua y equivocada elección (sugerida por Jerry García, de Grateful Dead) de usar al colectivo de motoristas Hell's Angels de San Francisco para que se hicieran cargo de la seguridad del evento, dieron lugar a los luctuosos acontecimientos. "No fue una chapuza porque escatimáramos esfuerzos, sino por la falta de tiempo" (David Crosby).

Jagger en el concierto de Hyde Park
Unas semanas antes, Mick Jagger había contratado a unos Hell's Angels británicos en Londres para un concierto similar en el Hyde Park de la capital inglesa y en una entrevista posterior manifestó en Rolling Stone: "Creo que esperamos la misma respuesta de estos miembros de los Hell's Angels, que la que tuvimos con otros hace poco en Hyde Park, en Londres, cuando se hicieron cargo de la seguridad de nuestro concierto. Ahora veo que aquellos no eran Hell's Angels como los de California. Éstos parecen ser los auténticos y son muy violentos. Esperé un concierto pacífico y me sorprendió que esto pasara en San Francisco donde ocurren tantas cosas bellas. Fue aquí donde comenzaron los festivales gratuitos al aire libre y creo que una sociedad como la de San Francisco lo podía haber hecho mucho mejor"

Los Hell's Angels de San Francisco -que habían aceptado la oferta a cambio de cerveza por valor de 500$-, se hicieron fuertes con actitud violenta y desafiante intentando evitar que ningún 'descontrolado' se subiera al escenario de sólo ¡1 metro de altura!. (Otro de los muchos errores de aquel día: una tarima más alta hubiera evitado la necesidad de tanto Ángel del Infierno frente al escenario).

Santana abre el Festival
Aunque reinó un ambiente pacífico a lo largo del día, el estado de ánimo de los asistentes se agitó, intoxicó y se tornó progresivamente violento. Ya con la actuación de Santana comenzaron los problemas cuando se hizo evidente que el sistema de sonido contratado no iba a ser suficiente para las decenas de miles de personas que se habían congregado.

Espoleados por la ingesta de drogas adulteradas y de dudosa calidad, el número de 'colocados' era elevado y la masa se volvió impredecible y antagónica, produciéndose ataques violentos entre el público, los Angels e incluso a los artistas. Los Hell's Angels, por su parte, habían estado consumiendo frente al escenario su abundante ración de cerveza gratis a lo largo del día  y la mayoría se encontraban visiblemente borrachos.

Gram Parsons y Chris Hillman
Según escribe el biógrafo de Mick Jagger, Anthony Scaduto en su libro 'Mick Jagger: Everybody's Lucifer', el único momento en el que pareció reinar algo de tranquilidad, fue durante la actuación de los Flying Burrito Brothers. Al contrario que en otros Festivales como Monterey o Woodstock, aquí no se respiraron ni el amor ni la paz. La violencia, el caos y el descontrol flotaban en el ambiente. Otra gran diferencia de Altamont con los otros festivales mencionados fue el clima. Monterey y Woodstock se celebraron en verano, y Altamont el mes de diciembre, por lo que a pesar de encontrarse en la soleada California, el frío al caer la noche fue incómodo y molesto.

Los Hell's Angels en acción
Cuando la multitud (accidentalmente) volcó una de las motocicletas que los Angels habían colocado como barrera, éstos se volvieron más agresivos, encarándose incluso con los músicos. Marty Balin, de Jefferson Airplane recibió un puñetazo en la cara, que lo dejó medio inconsciente en plena actuación de la banda. Cuando el bajista, Jack Cassidy se lo recriminó a los Angels, se desató una discusión en el escenario entre ellos, mientras continuaban en la audiencia los disturbios y Grace Slick no paraba de pedir calma por el micrófono.


Los Grateful Dead tenían prevista su actuación entre la de CSN&Y y los Rolling, pero tras las noticias del ataque a Marty Balin, rehusaron salir a escena, abandonando el festival, denunciando la excesiva vulnerabilidad física de los propios artistas ante la degeneración a la que había llegado la seguridad del evento.

Los Stones en Altamont
Cuando los Stones ocuparon el escenario, ya había caído la noche y un grupo de unas 5000 personas se apresuró a ocupar un lugar privilegiado frente a ellos y algunos pretendían subir para tocar a sus ídolos. Los Hell's Angels, continuaban apartando a la gente con violencia y armados con tacos de billar y cadenas.  

Añadir leyenda
Mick Jagger, no dejaba de repetir por el micrófono como si se dirigiera a un grupo de inocentes colegiales: "Hermanos y hermanas, tranquilicémonos todos. ¿Podemos recobrar todavía el control de nosotros mismos? Por favor, calmaos y no empujéis". Tuvieron que interrumpir su actuación a causa de las peleas desatadas frente al escenario en dos ocasiones: la primera interrupción ocurrió durante la interpretación de 'Sympathy for the devil' (que muchas fuentes citan erróneamente como el momento en el que ocurrió el famoso asesinato) y la segunda durante 'Under my thumb', durante la cual ocurrió realmente el suceso.


Meredith Hunter, un joven afroamericano de 18 años, se vio involucrado en un altercado con algunos Hell's Angels. Según un testigo ocular, todo comenzó cuando un fornido Angel, echó del escenario a Hunter empujándolo hacia el público cogido del pelo y de las orejas.

Meredith Hunter, entre el público
Cuando el chico se recompuso y quiso reaccionar, tres o cuatro Angels lo rodearon de nuevo golpeándole. Tratando de escapar, Hunter extrajo del pantalón un revólver de largo cañón, ante lo cual, otro miembro de los 'Angeles del Infierno', Alan Passaro, le apuñaló cinco veces, una de ellas en el cuello, mientras sus compañeros lo pateaban en el suelo al mismo tiempo que los Rolling Stones seguían actuando.

Esta escena, ocurrida en pocos segundos, se recogió en el documental 'Gimme Shelter' dirigido por los hermanos Albert y David Maysles y sirvió para la posterior investigación policial de los hechos. El asesino fue detenido y juzgado por el asesinato en el verano de 1972, pero fue absuelto después de que un jurado llegara a la conclusión de que actuó en defensa propia porque Hunter portaba una pistola cargada. También se comprobó que Hunter estaba bajo la influencia de metanfetaminas. Supuestamente, sus últimas palabras fueron: "No pensaba disparar".

Jagger, con su diabólica imagen, sobre el escenario de Altamont

La gran mayoría de los asistentes, incluidos los Stones no fueron conscientes del asesinato en ese momento, por lo que los músicos, para no empeorar las cosas, siguieron con el show previsto.

"Después de arreglárnoslas finalmente para acabar 'Under my thumb', tocamos 'Brown Sugar' en directo por primera vez. Teníamos que mantenernos tocando; mientras tanto Mick hacía todo lo que podía para contener la violencia, sabiendo que si parábamos podría empeorar la cosa. Tocamos 'Midnight Rambler' y luego 'Live with me'. Nunca habíamos tocado antes en un ambiente tan hostil, pero todos hicimos un gran esfuerzo y Mick estuvo brillante. 

Luego tocamos 'Gimme Shelter' y 'Little Queenie', que sonó realmente bien. Seguimos con 'Satisfaction', durante la cual una chica desnuda se subió al escenario y fue sacada a rastras. Cuando terminó 'Satisfaction', el piloto del helicóptero Jan Vinson vino al escenario y nos dijo en términos inequívocos que el suyo era el último helicóptero y que él se iba, con o sin nosotros. Tocamos 'Honky Tonk Woman' y terminamos la actuación con una elección estúpida: 'Street fighting man'. 

Altamont, al día siguiente
Desde el escenario avanzamos a través del espeso barro, apenas capaces de ver donde pisábamos. Nos apilamos en el helicóptero con nuestras mujeres y amigos. Éramos unos 20 en total, realmente demasiados para aquel helicóptero. Nunca comprenderé cómo se las arregló aquel piloto para despegar y llevarnos de vuelta a San Francisco" (Bill Wyman)

Grace Slick, en Altamont
"Todo el mundo por esa colina hacia el helicóptero. ¡¡Era como estar en Vietnam!! Había que saltar y subir por esa escalera de cuerda. Teníamos que salir de allí a toda costa!." (Keith Richards)
Grace Slick, que actuó en los grandes festivales americanos (Monterey, Woodstock y Altamont) y autora de frases lapidarias sobre aquella época comentó: "Woodstock fue una panda de vagos estúpidos en el barro y Altamont una panda de vagos cabreados en el barro"

Los periodistas de la revista Rolling Stone, quienes en definitiva -para numerosos historiadores del rock- encendieron la mecha de Altamont, se despacharon un mes después con un artículo de varias páginas -con descripción detallada y concienzuda- del asesinato, en el que acusaban a Jagger de ser el responsable por esgrimir una 'inconsciencia naiv'. El título, parafraseando el nombre del último álbum de los Stones, no dejaba lugar a dudas a quiénes apuntaban con el dedo desde la revista: 'The Rolling Stones disaster at Altamont: Let it Bleed'.

"Los 300.000 cuerpos anónimos enfangados en el barro y apelotonados en las colinas configuraban en sí una pequeña ciudad, un decadente suburbio con su propia polución ambiental. Cuando los Stones subieron a escena, docenas de pequeñas fogatas hechas con restos y desperdicios habían surgido por todo el lugar. Las siluetas de la gente tratando de calentarse alrededor de aquella basura humeante recordadaban a las pinturas medievales de las almas torturadas en la Danza de la Muerte... Fue en medio de toda esa atmósfera cuando Mick cantó aquello de lo divertido que resulta ser Satán. Nunca se había interpretado hasta entonces en un entorno más apropiado" (Rolling Stone, 1970)


En la famosa canción 'American Pie' de Don McLean hay unos versos que mencionan el festival de Altamont: "And as I watched him on the stage/My hands were clenched in fists of rage/No angel born in hell/Could break that Satan's spell/And as the flames climbed high into the night/To light the sacrificial rite/I saw Satan laughing with delight." (Y mientras lo observaba sobre el escenario/Mis manos apretaban los puños de rabia/Ningún ángel nacido en el infierno/Era capaz de romper aquel hechizo satánico/Y mientras las llamas subían alto en la noche/Para alumbrar el rito del sacrificio/Ví a Satanás riendo con deleite)

En 2008, un ex-agente del FBI aseguró que algunos miembros de los Hell's Angels habían planeado asesinar a Mick Jagger como venganza a su falta de apoyo tras los sucesos de Altamont y la imagen negativa que se mostrada en el film 'Gimme Shelter' del colectivo de motoristas. Según este testimonio, los presuntos conspiradores pretendían aproximarse en un bote a las inmediaciones de la residencia de Mick,  en Long Island (New York). El plan falló, al desatarse una tormenta y naufragar el bote. Preguntado por esta cuestión, el portavoz de Jagger, rehusó hacer comentarios al respecto.

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