22 agosto 2012

Karlheinz Stockhausen


El 22 de agosto de 1928 nació en Mödrath cerca de Colonia (Alemania) el compositor alemán, Karlheinz Stockhausen, pionero en el campo de la improvisación electrónica, en las performances electrónicas en directo y también en el ámbito de la música intuitiva. Durante su infancia padeció las penurias de la época prebélica y bélica. Su padre, profesor de escuela, se alistó voluntariamente en el ejército y falleció en el campo de batalla.

Karlheinz en 1950
Su madre fue internada en un hospital psiquiátrico y ejecutada en 1941 por orden del gobierno nacionalsocialista. La hiperactividad de Stockhausen se reveló desde su primera juventud. Con sólo dieciséis años colaboraba en un hospital en el traslado de heridos graves. Los rigores de la posguerra le obligaron a trabajar como granjero al tiempo que estudiaba violín, piano, oboe y latín. De esas fechas data su gusto por el jazz, música que interpretaba para, según sus propias palabras, "superar psíquica, mental y espiritualmente los horrores de la Segunda Guerra Mundial".

En 1947, el voluntarioso joven logró una plaza para estudiar en el Conservatorio de Colonia, donde, además de ampliar su dominio del piano, se especializó en musicología, filología y filosofía. En 1950 estudió composición bajo la égida del compositor suizo Frank Martin, quien no podía imaginar que aquel joven de impresionante actividad, que simultaneaba sus estudios trabajando de obrero en una fábrica, haciendo guardias en un párking y vigilando las viviendas de las tropas de ocupación, se convertiría con los años en uno de los renovadores de la escuela weberiana.

Nono, Goeyvaerts y Stockhausen
En 1951 Stockhausen se matriculó junto con Bruno Maderna, Gyorgy Ligeti y Luigi Nono en los cursos de verano de Darmstadt, bastión oficioso del serialismo y de corrientes vanguardistas afines, donde tomó contacto con la música de Anton Weber y con la nueva generación de compositores serialistas; Darmstadt abrió los ojos de Stockhausen. Allí pudo conocer de primera mano a los compositores que habían representado el espíritu de la vanguardia musical alemana fuera del dodecafonismo (Paul Hindemith, Edgar Varèse, Olivier Messiaen) y dentro de él (Arnold Schönberg, Ernst Krenek) y también la estética marxista de la mano de Theodor W. Adorno y René Leibowitz.

Boulez, Maderna y Stockhausen en 1955
Asistió a ciclos de conciertos que cambiarían para siempre su concepción de la música. Tanto es así que el famoso estudio de piano “Modo de valores e intensidades” de Messiaen le movió, en enero de 1952, a trasladarse a París, para matricularse en el Conservatorio en la clase de análisis y estética del propio compositor. En el año que pasó en la capital francesa coincidió con Pierre Boulez en el momento en que éste trabajaba en las “Structures I para dos pianos”. A partir de este momento se inició una correspondencia entre los dos compositores.
En esa época, Stockhausen se casó con una compañera de estudios, Doris Andreä, con la que tuvo cuatro hijos.


A la vuelta de su periplo francés inició su fructífera colaboración con el Estudio de Investigaciones Musicales de la Radio Oeste de Colonia. Asimismo, comenzó a divulgar sus teorías en los cursos de Darmstadt, una actividad que no cesó hasta mediados de los años setenta.

Stockhausen en Darmstadt (1961)
A mediados de la década de los cincuenta, cuando John Cage animó a los jóvenes valores darmstadianos a introducir en su obra factores de aleatoriedad, Stockhausen fue apartándose progresivamente de las formas más severas de la escuela posweberniana. En obras como “Gesang der jünglinge“ (1955), “Zyklus”(1959), “Plus/Minus” (1963), “Prozession” (1967) y “Kurzwellen” (1968), "Mantra" (dos pianos-1970) se aprecia una coexistencia creciente entre el rigor de la serie y el azar de la improvisación.

En 1953-4 presentó “Study I” y “Study II”, los primeros ejemplos de música electrónica pura construidos a partir de una síntesis aditiva consistente en crear sonidos combinando distintas ondas de forma indefinida, sonidos puros, sin armónicos. “Study II” pasó a ser la primera partitura electrónica publicada, escrita con una notación gráfica especialmente inventada por el compositor con este propósito. A medida que avanzaba la década de los sesenta y crecía el prestigio de Stockhausen en los círculos vanguardistas, también iban modificándose los materiales físicos en los que su música era restituida. Así, la fusión entre electrónica y acústica iba a cobrar más y más protagonismo. La crítica especializada comenzó a fraguar la imagen de Stockhausen como el nuevo adalid de un estilo mixto, que desplazaría las figuras de Kurt Schwitters, Pierre Henry y otros grandes de la música concreta.

La transformación que había experimentado el estilo de Stockhausen pareció afectar también a su propia figura profesional, y desde los Cursos de Nueva Música, que impartió en Colonia a partir de mediados de los años sesenta, reivindicaba un nuevo espacio para el compositor. La imagen de 'genio loco' que fue ganándose con el tiempo coincidió con un creciente número de encargos, estrenos, subvenciones, festivales y presentaciones. Le llovieron las ofertas para ejercer de profesor de composición invitado, de las cuales aceptó, entre otras, las de Pensilvania (1965) y California (1966). Fue también notorio en esa época el estreno, en Tokio, de dos encargos realizados por la Radio Nacional de Japón (NHK): Telemusik y Solo.
En 1967 se casó con la pintora Mary Bauermeister, con la que tuvo otros dos hijos.

Stockhausen en 1968
Ese mismo año comenzó su serie de estrenos de obras basadas en voz humana tratada electrónicamente y sobresaturada, como “Stimmung”. Como prueba de la increíble difusión alcanzada por la música de Stockhausen a fines de la década, baste decir que en 1970, en la Exposición Mundial de Osaka, se interpretó la inmensa mayoría de la obra del compositor, en un evento que duró 183 días, a razón de conciertos diarios de cinco horas.

Durante la producción de 'Sirius'
En los años setenta, Stockhausen desarrolló la llamada «técnica de la fórmula», que reflejaba la idea de «galaxia» de la que el compositor tanto había hablado en sus divulgados textos: la organización interna de la fórmula se basa en la distinción entre núcleo y accesorios (las estrellas y los planetas alrededor). El núcleo forma la estructura serialmente organizada, mientras que el carácter deriva de los accesorios. Por aquel entonces ya no sólo los elementos sonoros parecían ser susceptibles de intervenir en las composiciones de Stockhausen. La monumental “Sirius”, estrenada en 1977, motivó que el propio lugar de ejecución se transformara posteriormente en un centro de investigación musical: el “Sirius Centre”, en Aix-en-Provence.

Karlheinz Stockhausen dirigiendo en Budapest (1984)

En los años ochenta, Stockhausen se mantuvo en el candelero. Baste recordar los estrenos de “Donnerstag” (Licht) en la Scala de Milán (1981, cuatro horas de concierto), “El sueño de Lucifer” (Metz, 1981), “Traum-Formel” (1981), “El canto de Katinka” (Donau, 1983), La danza de Lucifer (Ann Arbor, 1984), “Michael’s Journey” (Bremen, 1986) o “Xi” (Siena, 1987).

Durante la década de los noventa Stockhausen continuó realizando espectaculares estrenos. En el año 1995 llegó al Festival de Salzburgo, definitivamente revolucionado por Gérard Mortier, pero lo más sorprendente era que grandes contingentes de jóvenes que desconocían completamente la tradición postserial adoptaron al adalid de la electroacústica como su mentor. El «tecno» popular se volvió cada vez más receptivo a las extrañas sonoridades de la música de Stockhausen, quien finalmente aceptó divertido el hecho, e incluso llegó a asegurar que el popular grupo de tecno-pop Kraftwerk era de algún modo, su alumno. En 2002, su presencia fue requerida en el festival internacional de música electroacústica de carácter popular y lúdico “Sónar”, que se celebra en Barcelona.

Karlheinz y su hijo Markus en 1990
A principios de 1990, Stockhausen adquirió las licencias de muchas de las grabaciones de su música que había realizado hasta entonces, y fundó su propia compañía discográfica para permitir que toda su música estuviese permanentemente disponible en compact disc. También diseñó e imprimió sus partituras musicales, que a menudo incorporan notación no convencional. La partitura de su pieza “Refrain”, por ejemplo, incluye un estribillo escrito en una cinta sin fin de plástico transparente que se debe rotar para la lectura, y el volumen en “Weltparlament” (la primera escena de Mittwoch aus Licht) está codificado en color.
Stockhausen fue uno de los pocos grandes compositores del siglo XX que ha escrito gran cantidad de música para trompeta, inspirado por su hijo Markus Stockhausen, trompetista.

Una de las obras más espectaculares y anticonvencionales de Stockhausen es el “Helikopter-Streichquartett” (Cuarteto para cuerdas y helicóptero) la tercera escena de Mittwoch aus Licht, completada en 1993. En ella, los cuatro miembros de un cuarteto de cuerdas tocan en cuatro helicópteros que vuelan independientemente sobre las cercanías de la sala de conciertos. La música de los intérpretes es mezclada con el sonido de los helicópteros y reproducida mediante altavoces a la audiencia de la sala. Vídeos de la performance son también transmitidos a la sala de conciertos. Los intérpretes están sincronizados con la ayuda de un metrónomo electrónico.
Particularmente notables son los «actos» de su gran composición “Licht, Die sieben Tage der Woche” (Luz, Los siete días de la semana), como el “Luzifers-Abschied” Parte 1, Parte 2, que irán apareciendo durante dos décadas gracias a los fabulosos contratos firmados por Stockhausen en todo el mundo.


Después de completar “Licht”, Stockhausen se embarcó en un nuevo ciclo de composiciones basado en las horas del día, titulado “Klang” (Sonidos), del que completó veintiuna piezas antes de su fallecimiento.

Stockhausen en 2004
Las obras realizadas de este ciclo son Primera hora: “Himmelfahrt” (Ascensión), para órgano o sintetizador, soprano y tenor (2004-05); Segunda hora: “Freude” (Felicidad)para dos arpas (2005); Tercera hora: “Natürliche Dauern” (Duraciones naturales) para piano (2005-06); y Cuarta hora: “Himmels-Tür” (Puerta del cielo) para percusionista y niña pequeña (2005).
La Quinta hora, “Harmonien” (Armonías), es un solo en tres versiones para flauta, clarinete bajo, y trompeta (2006); las versiones de clarinete bajo y flauta fueron estrenadas en Kürten el 11 de julio y 13 de julio de 2007, respectivamente. La Sexta hora y las siguientes hasta la Duodécima hora son obras de música de cámara basadas en la partitura de la Quinta Hora.

Los estrenos de la Sexta (“Schönheit”, para flauta, trompeta, y clarinete bajo), Séptima (“Balance”, para flauta, corno inglés, y clarinete bajo), Novena (“Hoffnung”, para trío de cuerdas), y Décima (“Glanz”, para nueve instrumentos, encargado por el Asko Ensemble y el Festival de Holanda), 2008.
La Decimotercera hora “Cosmic Pulses” (una obra electrónica creada mediante la superposición de 24 capas de sonido, cada una con su propio movimiento espacial, usando ocho altavoces situados alrededor de la sala de concierto, fue estrenada en Roma el 7 de mayo de 2007 en el Auditorio Parco della Musica, (Sala Sinopoli).


Las Horas 14 a 21 son piezas solistas para voz de bajo, barítono, corno di bassetto, tenor, soprano, saxofón soprano y flauta, respectivamente, con el acompañamiento electrónico de algunas de las capas de sonido de 'Cosmic Pulses'.

Stockhausen falleció en la mañana del 5 de diciembre de 2007, debido a un repentino fallo cardíaco, en la ciudad de Kürten-Kettenberg cercana a Colonia en el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia. Acababa de terminar dos trabajos encargados para espectáculos en Bolonia y el Festival de Holanda previsto para junio de 2008 en Ámsterdam.

Detalle de la portada de Sgt Pepper
Stockhausen, junto con John Cage, es uno de los pocos compositores de vanguardia que han conseguido llegar a la conciencia popular y mucha más gente conoce su nombre de la que ha escuchado su música.
Paul McCartney, decidió incluirlo entre los personajes que aparecen en la portada del álbum Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, como menciona Hunter Davies en la biografía autorizada de The Beatles. También en su tema 'Revolution Nr 9' del 'White Album', se incluye un extracto de su pieza 'Hymnen'. Esto refleja su influencia en los experimentos de vanguardia de la banda, pero también la fama y notoriedad general que obtuvo a partir de 1967.

El nombre de Stockhausen, y la percepción de su música como extraña e inescuchable, han sido objeto de chistes en dibujos y caricaturas, como se documenta en una página de la web oficial de Stockhausen. Probablemente la más cáustica frase sobre Stockhausen es la atribuida a Sir Thomas Beecham. A la pregunta: «¿Ha oído algo de Stockhausen?», respondió diciendo: «No, pero creo que alguna vez lo he pisado»

Frank Zappa
Músicos de jazz como Miles Davis, Cecil Taylor, Charles Mingus, Herbie Hancock, Yusef Lateef y Anthony Braxton ha reconocido influencias de Stockhausen. También en el pop y el rock tuvo su incidencia la música o la figura de Stockhausen: Frank Zappa lo menciona en las notas de 'Freak Out', su disco debut con los Mothers of Invention. Asímismo, las bandas californianas Jefferson Airplane y Grateful Dead reconocen influencias del compositor alemán así como Pink Floyd, Can, Kraftwerk y Björk.

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