16 agosto 2011

Jacinto Guerrero


El 16 de agosto de 1895 nace en Ajofrín (Toledo) uno de los más conocidos compositores de zarzuelas de los años 20 y 30, Jacinto Guerrero, protagonista importante de la última generación dedicada al género lírico español. Como compositor, trabajó en diferentes campos: desde zarzuelas y revistas, pasando por música para películas, hasta anuncios de radio.

Durante su infancia toca el bombo y platillos en la banda de música de Ajofrín, que dirigía su padre. A los 12 años compone un “Salve a cuatro voces”, que dirige en la procesión de la Virgen de la Esperanza de Toledo. Ejercerá también como capillero y lector de coro en la catedral; organista en la iglesia de San Justo, pianista en un café concierto de la calle del Hombre de Palo y en la primera sala de cine toledana en El Miradero. A los 19 años estrena en la plaza de toros un 'Himno a Toledo' que le permite obtener sendas becas de la diputación y Ayuntamiento para estudiar en el Conservatorio de Música de Madrid.

Ingresa como segundo violín en la orquesta del teatro Apolo. Dos años más tarde obtiene el diploma de primera clase de Armonía. En 1918 compone el sainete de costumbres madrileñas, “La de la cara de Dios”, su primera obra escénica y también la breve pieza sinfónica “Jhaía”, subtitulada Danza mora, que estrena ese mismo año. Al año siguiente se realiza su primer estreno teatral: “El camino de Santiago”, humorada sainetesca, compuesta en colaboración con Eduardo Fuentes y otro año más tarde obtiene el primer gran éxito con el sainete lírico “La pelusa o El regalo de reyes”, que se mantendría en cartel 100 noches seguidas en el Teatro de La Latina de Madrid.


A partir de este momento los estrenos son frecuentes y continuos: “La alsaciana” (1921) estrenada en el Teatro Tívoli en Barcelona, “La montería” (1922), “Los gavilanes” (1923) en tres actos, estrenado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, “La sombra del Pilar”, “El huésped del sevillano” entre otros.

“La rosa del Azafrán” (1930), es una de sus obras más completas, en dos actos estrenada en el Teatro Apolo de Madrid. En 1929 tras la clausura del Teatro Apolo, viaja a París en donde estrena la revista París-Madrid con Raquel Méller, un montaje de sus números más populares y otras canciones escritas para la cantante. Luego, a solicitud del director británico Georges Berthold Samuelson compone la música para el largometraje “La canción del día”, una de las primeras realizaciones sonoras en español.

Pedro Pérez Fernández, el maestro Jacinto Guerrero, el realizador inglés Georges Berthold Samuelson y Pedro Muñoz Seca

Participa como miembro fundador en la asociación Cinematografía Española y Americana (CEA), creada bajo la presidencia de honor de Jacinto Benavente, con intención de dedicarse a la producción y explotación de películas cinematográficas españolas, sonoras o mudas, de todas clases, incluyendo noticiarios y películas pedagógicas. A partir de entonces compondrá la música para diversas películas.

En 1944 estrenó “¡5 minutos nada menos!”, opereta cómica con la que alcanzaría las 1.890 representaciones consecutivas en el mismo escenario, el Teatro Martín de Madrid y luego compone la música para “Garbancito de La Mancha”, el primer largometraje español de animación. Fue presidente de la Sociedad de Autores (SGAE) y adquirió el modernista palacio de Longoria para ubicar la sede de dicha sociedad en el año 1951. Por su labor recibe la Medalla del Trabajo y el Ayuntamiento madrileño le regala una batuta de oro. Murió en septiembre de 1951 a los 56 años.

Su auténtica vocación y trabajo fue la música. Como compositor dejó un abrumador catálogo de obras en el que se incluye un buen número de composiciones todavía en repertorio. Son obras características de su tiempo, que caminaron de la zarzuela a la revista, de las realizaciones propias del género grande, tan de moda en las décadas previas a la Guerra Civil española, a la ligereza de géneros más dados a la inmediatez y la visualidad escénica.

27 julio 2011

Mauro Giulani


El 27 de julio de 1781 nació en Bisceglie el compositor y guitarrista italiano, Mauro Giuliani. Su primer instrumento fue el violoncelo, un instrumento que nunca abandonó completamente a lo largo de su vida. Estudió también el violín, más tarde se dedicó a la guitarra y llegó a ser un virtuoso en poco tiempo.

En 1806 se mudó a Viena donde se hizo famoso, al igual que los mejores de los numerosos instrumentistas que actuaban en la capital austríaca a principios del siglo XIX. Viena es en esta época la capital europea de la música; Giuliani pronto se da a conocer, se introduce en los medios musicales de la ciudad, se relaciona con la nobleza, ejerce como profesor de guitarra, publica obras, da conciertos, es aplaudido y estimado por público, critica y músicos. Obtiene el favor de la archiduquesa María Luisa de Austria, segunda esposa de Napoleón, de quien es "Virtuoso Honorario de Cámara" y profesor de guitarra, y de quien más adelante recibirá el título de "Caballero del Lirio". 

En 1815 actuó con el pianista Hummel (y más tarde con Moscheles), el violinista Mayseder y el violoncelista Merk, en una serie de conciertos de cámara en los jardines botánicos del Palacio de Schönbrunn. Esos conciertos se llamaron "Dukaten Concerte", por el precio del billete, que era de un ducado. En 1815, Mauro Giuliani era también el artista oficial de las celebraciones del congreso en Viena. Dos años antes, el 8 de diciembre de 1813, había formado parte (probablemente como violoncelista) de una orquesta para la primera ejecución de la séptima sinfonía de Beethoven. En Viena colaboró principalmente con el editor Artaria, que publicó la mayor parte de sus obras para guitarra, pero también tuvo relaciones con todos los demás editores locales, que difundieron sus composiciones por toda Europa. Consiguió fama de pedagogo y tuvo entre sus numerosos estudiantes a Bobrowicz y Horetzky.

En 1819 Giuliani se fue de Viena, principalmente por razones personales: su propiedad y sus cuentas bancarias fueron embargadas para pagar a sus deudores. Volvió a Italia, pasando por Trieste, Venecia, estableciéndose finalmente en Roma, donde tuvo poco éxito; publicó algunas composiciones y dió un concierto. A partir de julio de 1823 hizo frecuentes viajes a Nápoles para estar con su padre, que estaba enfermo de gravedad. En ese período, que podríamos llamar el período napolitano de Giuliani, actuó frecuentemente en dúo con su hija Emilia, que se había convertido en una buena guitarrista. A fines de 1828 la salud de Giuliani empezó a decaer y falleció en Nápoles el 8 de mayo de 1829 a los 47 años.

Guitarra Fabricatore que perteneció a Giuliani
Su obra encierra un enorme interés. Digamos ante todo que se le atribuye el haber sido el primero en escribir para guitarra "polifónicamente", es decir, dirigiendo las plicas de las notas en distintos sentidos con el fin de indicar con más precisión las diferentes voces de la obra a ejecutar. (A su hija Emilia se le ha querido atribuir la "invención" de los "armónicos" en guitarra).
Dejó 150 composiciones para guitarra. Entre sus obras más importantes figuran los conciertos para guitarra y orquesta, opus 30, 36 y 70; una serie de fantasías, opus 119-124, "Les Rossinianes", varias sonatas para violín y guitarra, un método, un quinteto, y algunos dúos para voz y guitarra.

Obras destacadas:



Se ha dicho y escrito reiteradamente que Mauro Giuliani estuvo en Londres, en París, incluso en Moscú, pero todo ello no ha podido comprobarse; en cuanto al último dato, parece una clara confusión con su propio hermano que residía en Rusia. La noticia del óbito en el "Giomale del Regno delle Due Sicile" del 14 de mayo de 1829 le califica de "famoso suonator di chitarra, che si trasformava nelle sue mani in un istrumento emulo delVarpa, dolcemente molcendo i cuori".
En la Italia de la primera mitad del siglo XIX abundaron los excelentes guitarristas, entre ellos Carulli, Carcassi, Legnani, Molino, Zani de Ferranti, Regondi, etc., y quizás no sería exagerado considerar a Mauro Giuliani el mejor de todos; fue, cuando menos, el que más significación tuvo en la historia y evolución de la guitarra.

Como la mayoría de los guitarristas de esta época, se interesó también Giuliani por el aspecto pedagógico del instrumento; ya su op. 1 es un "Método pratico per chitarra en 4 partí" (1798). Muy prolífero, aparte de sus numerosos estudios y ejercicios, nos dejó un impresionante catálogo comprendiendo tanto obras para guitarra sola como para ésta incluida en la música de cámara y tres conciertos (en las camerísticas, algunas par "chitarra terza").
La obra completa de Mauro Giuliani está siendo hoy editada  en facsímil por Tecla Editions, de Londres, recogida por Thomas F Heck.

Es éste sin lugar a dudas el mayor erudito sobre Mauro Giuliani, quien en 1970 elaboró una tesis en la Universidad de Yaie, en dos volúmenes con el título "The Birth of the Classic Cuitar an its Cultivation in Vienna, reflected in the Career and Compositions of Mauro Giuliani"; Thomas F. Heck prosiguió desde entonces sus investigaciones, publicando sus resultados en revistas especializada como "Guitar News", "Guitar Review", "Soundboard","!! Fromino", etc.
Un dato curioso: la primera revista guitarrística que conocemos editada en Londres en 1833, lleva por título "The Giulianiad", en homenaje al guitarrista italiano. Existe otra revista especializada de Alemania (1983) que se denomina "Nova Giulianiad".

    Enrique Granados


    El 27 de Julio de 1867 nació en Lérida el compositor y pianista español Pantaleón Enrique Joaquín Granados y Campiña, más conocido como Enrique Granados. Siendo todavía un niño murió su padre y un amigo de éste se encargó de su primera educación musical. Al trasladarse su familia a Barcelona ingresó en la escolanía de la Merced y tuvo a Joan B. Pujol como profesor de piano. A los dieciséis años conseguía su primer premio de la Academia Pujol interpretando a primera vista una sonata de Schumann. Estudió también armonía y composición con el maestro Felipe Pedrell. Por aquella época se vió obligado a alternar sus estudios musicales con un empleo como pianista en el antiguo café barcelonés de las Delicias.

    En 1887 marchó a París donde convivió con el también pianista catalán Ricardo Viñés y llegaría a ser muy amigo de Satié, Debussy y tantos otros músicos franceses. La intención de Granados era ingresar en el conservatorio de la capital francesa, pero unas fiebres le impidieron presentarse a las pruebas de admisión.
    Pasados los años de estancia en París, regresó a Barcelona y obtuvo en 1890 su primer triunfo con un memorable concierto ofrecido en el teatro lírico de la capital catalana. En 1912 empezó a componer para piano una serie de obras de corte romántico en los que puso de manifiesto su admiración por Schumann y Chopin. Su interés por la música popular española no tardó en despertarse, siguiendo con ello una inclinación que le estimularía el músico Pedrell. Así surgieron su “Álbum de piezas sobre aires populares” y su primera obra maestra: “las 12 Danzas españolas”, cuyo primer cuaderno apareció en 1892 suscitando los más elogiosos comentarios de músicos como Grieg, Saint-Säens, Béirot y Massenet, quien al referirse a él hablaba del “Grieg español”.

    La serie completa de las 12 “Danzas españolas” (1890) para piano, se trata de una de las obras más importantes de Granados y tal vez la más célebre entre todas ellas. Es ahí donde se muestra por primera vez la personalidad genial del compositor catalán. El estilo pianístico resulta muy cercano a Chopin y muy impregnado de la música popular de las diversas regiones españolas que intentó evocar.
    En 1900 fundó en Barcelona la “Sociedad de Conciertos Clásicos”, de cuya orquesta fue director. Su actividad como concertista era entonces muy intensa, dando recitales en París y en ciudades españolas. Actuó junto a Matats y Vidiella y colaboró en concierto con Joan Marén, J.E. Risten, Camille Saint Saëns, Jacques Thibaud y Pau Casals. Por estos años creó su propia Academia de Música en la que se han formado notables pianistas y figuras tan relevantes como Frank Marshall y Alicia de Larrocha. Su aportación quedó plasmada en un interesante “Método teórico-práctico para el uso de pedales del piano”.

    Su colaboración en el mundo teatral catalán no fue nada despreciable. Ya en 1897 había puesto música a una pequeña comedia del fundador y director del Teatre Intim, Adriá Eval. En 1901 compuso una zarzuela catalana, colaboró además en “Follet” en el Liceo barcelonés en 1903 y en "Gaziel", poema dramático con el que se inauguraron en Octubre de 1906 los “Espectadores Granen”. Al año siguiente empezaría la composición de un poema sinfónico, “Dante”, inspirado en la “Divina Comedia” del poeta florentino, cuya versión inacabada se estrenó en sesión privada en el Palau de la Música Catalana.
    Otras obras suyas para el teatro tuvieron “Petrarca” y el poema lírico “Liliana”- estrenado en el palacio de Bellas Artes de Barcelona - aparte de la ópera “Goyescas”, que sería finalmente estrenada en Nueva York. Pero donde demostró Granados mejores dotes como compositor fue en su producción pianística. El punto culminante de su carrera artística en este sentido lo constituyen las “Goyescas”, en su forma original para piano solo, y las “Tonadillas en estilo antiguo”, para soprano y piano.


    La obra “Goyescas” consta de dos series. La primera fue estrenada por el propio compositor en 1911 en el Palau de la Música de Barcelona. El estreno parisiense de la obra completa fue en Abril de 1914 en la Salle Pleyel, junto con las “Tonadillas”, en un memorable concierto organizado por la Societé Musicale Indépendente.

    El éxito fue tan rotundo que el director de la Ópera de París le pidió que transformara la suite en una ópera ofreciéndole su estreno en París. Granados se dedicó a esta misión desde su retiro en Suiza. Pero al final la ópera no llegó a estrenarse en París por culpa de la Guerra Mundial y el compositor aceptó la invitación del “Metropolitan Opera House” neoyorquino para que la obra se estrenara allí el 28 de enero de 1916. Se trata de una obra llena de ritmo y muy colorista, de estructura muy compleja. Intenta reflejar el ambiente de las clases populares del Madrid de fines de siglo XVIII; el mundo de los tapices de Goya y de los sainetes de Ramón de la Cruz, el mismo universo de “majos” y “majas” que estiliza en sus Tonadillas.

    En cuanto a su obra de madurez, las “Tonadillas en estilo antiguo” se estrenó en el retenido concierto de la Salle Pleyel de París, corriendo a cargo de la soprano Madame Polack la parte del canto. Se trata de una obra íntimamente emparentada con “Goyescas”, de la que incluso recoge algunos temas melódicos. Compuso otras canciones con acompañamiento de piano. Destaquemos las “12 Canciones amatorias”, basadas en textos del Cancionero español, la “Elegía eterna”, en catalán, y el “Cant de les Estrelles”.
    Tras el triunfal estreno de “Goyescas”, Granados fue invitado por el presidente Wilson a dar un concierto en la Casablanca, por lo que perdió su pasaje de regreso en un buque español y volvió a Europa en un barco de vapor inglés, el “Sussex”, que fue torpedeado por un submarino alemán en el canal de la Mancha, entre Folkestone y Dieppe, pereciendo Granados junto a su esposa bajo las aguas en la tarde del 24 de marzo de 1916.

    Obras relevantes:

    15 julio 2011

    Giovanni Buonaventura Viviani

    El 15 de Julio de 1638 nació en Florencia el compositor y violinista Giovanni Buonaventura Viviani. En el año 1656 se convirtió en violinista a través de su hermano Antonio María Viviani (1630-1683) que tocaba en la capilla de la corte de Innsbruck. Desde 1672, Viviani fue el director artístico del conjunto de "Imperial Court Music". La razón de su retirada prematura del servicio en la corte de los Habsburgo en 1676 fue, sin duda el hecho de que, después de la muerte del archiduque Fernando Carlos en 1662, la música en la corte de Innsbruck desempeñaba un papel cada vez más secundario. En el reinado del Archiduque fue fundado en Innsbruck el primer “Teatro de la Ópera del Norte de los Alpes”, que fue dirigido en ese momento por el famoso compositor Antonio Cesti.
    Viviani abandonó Austria y vivió alternativamente en varias ciudades italianas, como Roma, Nápoles, Milán, Venecia y Florencia, donde ejerció de realizador y compositor. Tuvo gran éxito con sus óperas. En 1687 viajó a la catedral de Pistoia, donde murió, probablemente en 1692.

    Sus obras instrumentales son en su mayoría de estilo italiano, a pesar de las influencias del sur de Alemania y Austria, que son también reconocibles. De particular interés son los recitativos instrumentales de la “Cantabile Sinfonia en su Op.4”. Sus “Solfeggiamenti” - piezas vocales sin texto destinado a fines educativos - son ejemplos poco comunes de este género, debido al número de sus movimientos y su duración excepcional. Sus composiciones también incluyen:

    Dos sonatas para trompeta y órgano: “Sonata Prima per trombetta sola e organo” (Sonata No. 1, 1674) y “Sonata seconda per trombetta sola e organo” (Sonata No. 2, 1674)  (Niklas Eklund trompeta barroca & Knut Johannessen órgano barroco) ambas piezas importantes del repertorio barroco; dos sonatas para trompeta solista; sonatas para violín, cello y clavicémbalo; la “Sonata prima Op. 4” y varios “Capriccios”.
    Versión de la Sonata No. 1 con instrumentos de cuerda y flauta barrocos (The Chicago Early Music Consort)
    Sonata VI (Opera Quarta)
    Sinfonía I (Gunar Letzbor, violín barroco)

    Una selección de sus óperas: 
    "Astiage" (Nápoles, diciembre de 1682)  Scipione affricano (Venecia, el carnaval de 1678) [revisión de 1664 de Cavalli ópera]
    "Zenobia" (Nápoles, 1678) [perdida] 

    "Le fatiche d'Ercole por Dejanire" (Nápoles, 1679) 
    "Mitilene, regina delle Amazoni" (Nápoles, 13 Nov 1681) 
    "L'Elidoro, o Il vero fingere por regnare" (Saponara, 15 de junio 1686)
    "La vaghezza del fato" (posiblemente realizada en Viena).

    10 julio 2011

    Ronnie James Dio


    El 10 de julio de 1942 nació en Portsmouth (New Hampshire) Ronnie James Dio, uno de los más grandes vocalistas de heavy metal de todos los tiempos. Poquísimos, por no decir ninguno, podrían presumir de haber sido el vocalista de bandas como Black Sabbath, Rainbow, Elf, Heaven & Hell y por supuesto su propio grupo, Dio.

    En otro registro totalmente diferente colaboró con el bajista Roger Glover en 'The Butterfly Ball and the Grasshopper's Feast', un álbum conceptual basado en un libro infantil.
    Ronnie fue el que popularizó cuando estaba en Black Sabbath el gesto de alzar el puño mostrando los cuernos (del diablo), un gesto que aprendió de su madre (italiana) para evitar el mal de ojo, convirtiéndolo en un símbolo del heavy metal. Murió en mayo del año pasado a los 67 años.

    Henryk Wieniawski


    El 10 de Julio de 1835 nació en Lublin el compositor polaco Henryk Wieniawski que recibió de su madre, pianista profesional, las primeras lecciones musicales y la motivación para llegar a ser un prodigioso violinista. A los cinco años comenzó las lecciones de violín y tres años después fue admitido en el Conservatorio de París sobrellevando los obstáculos de ser extranjero y menor de edad. A continuación perfeccionó su técnica con Joseph Massart y conoció en el salón de su madre en París a dos de los más famosos emigrados polacos: el poeta Adam Mickiewicz y el pianista y compositor Federico Chopin. Fue también en esta época cuando compuso sus primeras obras (tenía trece años de edad).

    Retornó al Conservatorio de París y junto con su hermano Josef siguieron el curso de composición hasta 1850. Entonces comenzó la carrera como concertista que le mantuvo en giras y recitales casi por el resto de su vida. Mientras viajaba conoció al violinista y compositor belga Henri Vieuxtemps, al colega polaco Stanislaw Moniuszko, al violinista también polaco Karol Lipinski, así como a Robert Schumann y a Anton Rubinstein. Este último influyó para que Wieniawski lograra un contrato como solista de los teatros de la corte en San Petersburgo.

    En 1872, una vez que terminó su contrato en San Petersburgo, reasumió la vida como concertista con una gira de dos años por Norteamérica. A su retorno en 1875 aceptó el puesto de profesor de violín en el Conservatorio de Bruselas pero mantuvo el calendario de presentaciones internacionales. Sin embargo, su salud comenzó a deteriorarse y un problema cardíaco le provocaría la muerte estando en Moscú en medio de una gira en 1880. Durante su época, Wieniawski fue considerado un virtuoso de gran individualidad, intensidad de expresión y original técnica. La influencia de su técnica todavía es evidente en el estilo de algunos violinistas de la escuela rusa.

    La producción poco numerosa revela las demandas que tuvo como concertista, mientras que las formas que empleó siguen las tendencias de su tiempo. Escribió variaciones, fantasías, caprichos, conciertos y piezas de salón, pasando desde un lenguaje inicial, lleno de complejidades técnicas y efectos virtuosísticos, a uno menos personalista, más nacional y con mayor lirismo romántico. Wieniawski popularizó el empleo del vibrato (ondulación del sonido para intensificar la vibración inicial de la cuerda) como elemento de color tonal en el violín.
    Su “Concierto para dos violines” (1853-1862) y “la Leyenda” (1861) para violín y orquesta, son admirados por su aire eslavo y su enérgico virtuosismo.
    Otras obras destacadas:

    09 julio 2011

    Mercedes Sosa


    El 9 de julio de 1935 nació en Tucumán (Argentina), la 'cantora' -como a ella le gustaba denominarse- Mercedes Sosa, también llamada 'la voz de los sin voz'. Está considerada la principal cantante de Argentina y es la mayor exponente de la Nueva Canción latinoamericana.

    Su carrera abarcó cuatro décadas y actuó en sitios tan emblemáticos como el Lincoln Center y el Carnegie Hall de Nueva York, el teatro Mogador de Paris o el Vaticano. Entre sus canciones más populares se encuentran 'Canción con todos', 'Alfonsina y el mar', 'Gracias a la vida', 'Duerme negrito', 'Todo cambia' y 'Calle angosta'. Siguió cantando ("cantante es el que puede y cantor el que debe") hasta su muerte en octubre de 2009.

    Manolo Caracol


    El 9 de julio de 1909 nació en Sevilla el cantaor de flamenco Manolo Caracol. Proveniente de una larga estirpe flamenca, era tataranieto de El Planeta, uno de los primeros cantaores de flamenco de los que se tiene noticia. Empezó a cantar desde muy joven, y en 1922 obtuvo un premio en el Concurso de Cante Jondo de Granada, organizado entre otros por Manuel de Falla y Federico García Lorca.

    Manolo Caracol y Lola Flores
    Tras ganarse la vida cantando en fiestas privadas, comienza su participación en espectáculos y películas, normalmente formando pareja artística con Lola Flores. Durante esta etapa adquirió una gran popularidad. En 1963 inaugura el tablao Los Canasteros, al que dedicaría el resto de su vida. Aunque era un cantaor bastante largo, cantando copla también (algo que le reprochaban los puristas del cante), sus palos más populares eran el fandango y la zambra.

    Entre sus temas más conocidos (prácticamente todos de Quintero, León y Quiroga), se encuentran 'Romance de Juan Osuna', 'Carcelero, carcelero', 'La salvadora', 'Entre dos cariños',  'La niña de fuego', 'La sentencia' y 'Compañera y soberana'. Revolucionó el flamenco acompañando sus cantes de una orquesta o de un piano. Murió a los 63 años en febrero de 1973 en un accidente de tráfico.

    07 julio 2011

    Gian Carlo Menotti


    El 7 de julio de 1911 nació en Cadegliano, Lombardía el compositor y libretista italiano, nacionalizado estadounidense Gian Carlo Menotti. Estudió en el Conservatorio de Milán y con Rosario Scalero en el Curtis Institute of Music de Filadelfia, donde más tarde trabajaría como profesor de composición (1941-1955). Había compuesto su primera ópera, “La muerte de Pierrot”, a los diez años. En 1958 fundó en Spoleto, Italia, el Festival de las Artes, que recibiría el nombre de Festival de los Dos Mundos, y más tarde creó un certamen anual paralelo en Charleston, Carolina del Sur.

    La obra de Menotti sigue la tradición de la ópera italiana de principios del siglo XX, aunque ha escrito la mayoría de sus libretos en inglés. Cuando apenas tenia veinticinco años compuso “Amelia al Ballo”, que sería estrenada más tarde en la Metropolitan Opera House de Nueva York. En 1947 escribió la ópera "The Medium"- The Black Swan (Loukia Spanaki Soprano & Marios Kazas Piano). En 1950 ganó el Pulitzer de Música con “The Consul”, (Patricia Neway, soprano) y un año más tarde fue contratado para hacer “Amahl and the Night Visitors” (Rosemary Kuhlmann & Bill McIver) la primera pieza operística escrita para televisión (documental). También escribió el poema sinfónico “Apocalypse” (1951) 1/2, 2/2. En 1955 recibió otro Pulitzer de Música por “The Saint of Bleeker Street” (Erika Knepp & teatro Avalon).

    Menotti se interesó también por la música española y por su cultura. En 1982 estrenó “Muero porque no muero”, una cantata basada en textos de Santa Teresa de Jesús. En Spoleto estrenó la ópera “Juana la Loca”  (Beverly Sills & The New York City Opera). Escribió para Plácido Domingo “Goya” (1986) (Plácido Domingo & Victoria Vergara) estrenada en la Ópera de Washington.
    Sus obras orquestales y para Piano son muy relevantes: “Concerto for Violin and Orchestra - I. Allegro moderato (1/2)” (Ruggiero Ricci, violín & Pacific Symphony Orchestra); “Piano Concerto” (1945) (Earl Wild, piano & The Symphony of the Air, dir. Jorge Mester); “Triple Concerto a Tre (1970) (London Symphony Orchestra & David Amos).
    Entre sus composiciones más célebres se cuentan también piezas para ballet como “Sebastian Suite ballet” (1944) 1/2, 2/2 (Spoleto Festival Orchestra/Richard Hickox) o “The Hero” (1952). En 1979 escribió su Misa "O Pulchritudo" (1979) (Composer Festival Orchestra &William Ferris Chorale).

    Pavarotti y Menotti
    Entre sus trabajos más recientes se incluyen “For the Death of Orpheus” (1990), “Llama de Amor Viva” (1991), “The Singing Child” (1993), “Jacob´s Prayer “(1997) y “Gloria”, escrita para la entrega de los Premios Nobel de 1995. Durante la temporada 2001-2002, cuando el autor cumplió noventa años, sus obras se interpretaron en teatros de todo el mundo, falleciendo en Montecarlo el 1 de febrero de 2007.

    Gustav Mahler


    El 7 de Julio de 1860 nació en Kaliste (actual República Checa) el compositor y director de orquesta austriaco Gustav Mahler, quien manifestó que su música no sería apreciada hasta cincuenta años después de su muerte. No le faltaba razón: valorado en su tiempo más como director de orquesta que como compositor, hoy es considerado uno de los más grandes y originales sinfonistas que ha dado la historia del género. Más aún, Mahler es uno de los músicos que anuncian y presagian en su obra de manera más lúcida y consecuente todas las contradicciones que definirán el desarrollo del arte musical a lo largo del siglo XX.

    Aunque como intérprete fue un director que sobresalió en el terreno operístico, como creador centró todos sus esfuerzos en la forma sinfónica y en el lied, e incluso en ocasiones conjugó en una partitura ambos géneros. Él mismo advertía que componer una sinfonía era «construir un mundo con todos los medios posibles», por lo que sus trabajos en este campo se caracterizaban por una manifiesta heterogeneidad, por introducir elementos de distinta procedencia (apuntes de melodías populares, marchas y fanfarrias militares...) en un marco formal heredado de la tradición clásica vienesa.

    Esta mezcla, con las dilatadas proporciones y la gran duración de sus sinfonías más el empleo de una armonía disonante, que iba más allá del cromatismo utilizado por Wagner en su Tristán e Isolda, contribuyeron a generar una corriente de hostilidad general hacia su música, a pesar del decidido apoyo de una minoría entusiasta, entre ella los miembros de la Segunda Escuela de Viena, de los que Mahler puede considerarse el más directo precursor. Su revalorización, fue lenta y se vio retrasada por el advenimiento del nazismo al poder en Alemania y Austria: por su doble condición de compositor judío y moderno, la ejecución de la música de Mahler fue terminantemente prohibida. Sólo al final de la Segunda Guerra Mundial, y gracias a la labor de directores como Bruno Walter y Otto Klemperer, sus sinfonías empezaron a hacerse un hueco en el repertorio de las grandes orquestas.

    La Ópera de Viena en 1898
    Formado en el Conservatorio de Viena, la carrera de Mahler como director de orquesta se inició al frente de pequeños teatros de provincias como Liubliana, Olomouc y Kassel. En 1886 fue asistente del prestigioso Arthur Nikisch en Leipzig, en 1888, director de la Ópera de Budapest y en 1891, de la de Hamburgo, puestos en los que tuvo la oportunidad de ir perfilando su personal técnica directorial. Una oportunidad única le llegó en 1897, cuando le fue ofrecida la dirección de la Ópera de Viena, con la única condición de que apostatara de su judaísmo y abrazara la fe católica. Así lo hizo, y durante diez años estuvo al frente del teatro; diez años ricos en experiencias artísticas en los que mejoró el nivel artístico de la compañía y dio a conocer nuevas obras. Sin embargo, el diagnóstico de una afección cardíaca y la muerte de una de sus hijas lo impulsaron en 1907 a dimitir de su cargo y aceptar la titularidad del Metropolitan Opera House y de la Sociedad Filarmónica de Nueva York, ciudad en la que se estableció hasta 1911, cuando, ya enfermo, regresó a Viena.

    Cabaña donde componía en Steinbach
    Paralelamente a su labor como director, Mahler llevó a cabo la composición de sus sinfonías y lieder con orquesta. Él mismo se autodefinía como un compositor de verano, única estación del año en la que podía dedicarse íntegramente a la concepción de sus monumentales obras. Son diez las sinfonías de su catálogo, si bien la última quedó inacabada a su muerte. De ellas, las números 2, 3, 4 y 8 –la única que le permitió saborear las mieles del triunfo en su estreno– incluyen la voz humana, según el modelo establecido por Beethoven en su Novena. A partir de la Quinta, su música empezó a teñirse de un halo trágico que alcanza en la Sexta, en la Novena y en esa sinfonía vocal que es “La canción de la tierra”, su más terrible expresión.

     Sinfonías:
    Nº 1.- «Titán» (1889) (Leonard Bernstein & Orquesta Filarmónica de Viena) La tonalidad predominante de la Primera Sinfonía es Re mayor t consta de cuatro movimientos: I. Langsam, schleppend - II. Scherzo: Kräftig bewegt,doch nicht zu schnell - III. Trauermarsch: Feierlich und gemessen, ohne zu schleppen - IV. Stürmisch bewegt. Originalmente tenía un movimiento adicional llamado "Blumine" (Florecillas) (Simon Rattle & Israel Philharmonic Orchestra) que Mahler escribió como música incidental para una obra de teatro. Sin embargo, posteriormente Mahler retiró dicho movimiento. En la actualidad casi nunca se interpreta incluyendo este movimiento con la sinfonía, aunque se oye con cierta frecuencia por separado. Al comienzo del «Finale» el movimiento «conflicto», la tonalidad cambia a fa menor y sólo después de una larga batalla regresa a re, cerca del "final" (Simon Rattle & Berliner Philharmoniker).

    Nº 2.- «Resurrección» (1895). La Segunda Sinfonía comienza en do menor y acaba en mi sostenido. Está escrita para una orquesta y un conjunto de metales y percusión. Musicalmente, el primer movimiento, si bien tiene una diversidad de momentos, alude a una marcha fúnebre, y es violento y colérico. Es una forma sonata bastante extensa. Movimiento I. Adagio maestoso: 1/3, 2/3, 3/3 (London Philarmonic Orchestra, London Philarmonic Choir & Klaus Tennstedt)
    El segundo movimiento es un delicado Ländler con dos secciones contrastantes de música un poco más oscura, que recuerdan al Scherzo de la Sinfonía n.º 9 de Beethoven. Movimiento II. Andante Moderato 1/2, 2/2

    El tercer movimiento es un scherzo basado en su lied “Des Antonius von Padua Fischpredigt” (San Antonio de Padua predicando a los peces, también con texto del 'Des Knaben Wunderhorn'). Comienza con dos golpes de timbal fuertes y secos. Luego siguen dos golpes más suaves, y después otros todavía más suaves que dan el tempo de este movimiento. Movimiento III. “Scherzo: In ruhig fließender Bewegung” 1/2, 2/2
    El cuarto movimiento, Urlicht, es otro lied del Wunderhorn, que lo canta actualmente una soprano, a quien Mahler le pide que cante como un pequeño niño celestial.  Movimiento IV. "Urlicht. Sehr feierlich, aber schlicht"

    El último movimiento es el más largo, que dura (típico en las sinfonías de Mahler), más de media hora. Es muy episódico, conteniendo una diversidad de instantes, tempo y tonalidades, con mucho material que había sido oído en los movimientos precedentes. El uso del coro en este último movimiento hace que se la compare con la Sinfonía n.º 9 de Ludwig van Beethoven. Movimiento V. "Im Tempo des Scherzo. Wild herausfahrend" 1/4, 2/4, 3/4, 4/4 (London Philarmonic Orchestra, Edinburgh Festival Chorus & Leonard Bernstein & Sheila Armstrong, soprano; Janet Baker, mezzo-soprano)

    • Nº 3.- (1896) La Sinfonía nº 3 en re menor es una sinfonía coral de más de una hora de duración que fue estrenada en 1902. Sinfonía de gran envergadura, consta de seis movimientos, dos de los cuales requieren un Coro de Niños, uno de Mujeres y una Contralto. Esta sinfonía fue subtitulada originalmente como “Ein Sommermorgentraum” (Un sueño de una mañana de verano). La obra consta de los siguientes movimientos: I. Kräftig. Entschieden -Con Forsa. Deciso - II. Tempo di minuetto. Sehr mässig - III. Comodo. Scherzando. Ohne Hast - IV. Sehr langsam. Misterioso. Durchaus ppp. "O Mensch!" - V. Lustig im Tempo und keck im Ausdruck. "Es sungen drei Engel" - VI. Langsam. Ruhevoll. Empfunden. (NY Philharmonic & Leonard Bernstein)



    • Nº 4 (1901) es una de las sinfonías más cortas de Mahler, su composición llevó bastante tiempo. Sus tonalidades son muy raras, empezando porque la música empieza con staccatos de la orquesta en Sol mayor 7. El clarinete lleva posteriormente la tonalidad a sol mayor. Pero, ahí no queda todo. El segundo movimiento empieza en Sol menor para acabar en Do Mayor.

    El tercer movimiento empieza en Sol mayor, y de repente surge un corte, y un brusco cambio de tonalidad, Mi Mayor, tonalidad en la que acaba la obra. En ese sentido, es la única sinfonía de Mahler que va de más a menos, además de no presentar un claro desarrollo romántico. Sin embargo la pieza es toda una incógnita, ya que el cómo se van a desembarcar sus armonías son todo un misterio, y es un preludio a la música del siglo XX. Consta de cuatro movimientos: I. Bedächtig, nicht eilend (Prudente, no acelerado) - II. In gemächlicher Bewegung, ohne Hast (Cómodamente impulsivo, sin prisa.)  (The Vienna Philharmonic Orchestra & Leonard BernsteinIII. Ruhevoll, poco adagio (Tranquilo, poco adagio) (The Vienna Philharmonic Orchestra & Leonard Bernstein) - IV. Sehr behaglich (Muy cómodo) (Leonard Bernstein, New York Philharmonic & Reri Grist)


    Nº 5 (1902) Sinfonía n.º 5 en do sostenido menor (Orchestra/Ensemble: Chicago Symphony Orchestra & Daniel Barenboim) la termina Mahler en el otoño de 1902; el compositor irá y volverá sobre ella continuamente hasta el año anterior a su muerte.

    Es como una continua pelea, como demuestra la ambigüedad trágica expresada en ella el “Adagietto” (The Vienna Philharmonic Orchestra & Lorin Maazel ) lo compuso tan sólo para instrumentos de cuerda y arpa. Su contenido y lento tiempo da un reposo, unos momentos de descanso e introspección que contrastarán con el animado Rondó final que le sigue y con el cual la obra concluye. Es una isla en medio de una tempestad. Un diálogo del alma con el silencio que la rodea. Una romanza sin palabras que se inspira en el lied. Sus Movimientos son: I. Traeurmarsch. In gemessenem Schritt. Streng. Wie ein Kondukt - II. Stürmisch bewegt. Mit grösster Vehemenz - III. Scherzo. Kräftig, Nicht zu schnell - IV. Adagietto. Sehr langsam- Attaca. V. Rondo-Finale. Allegro-Allegro giocoso. Frisch.

    Nº 6.- (1905) “Sexta Sinfonía” (Chicago Symphony Orchestra & Bernard Haitink), inusualmente para Mahler, comienza y termina en la misma tonalidad, La menor, significando que en este caso el conflicto no está resuelto. Algunas veces referida como "Trágica", fue compuesta entre 1903 y 1904. A partir de la Quinta Sinfonía, Mahler toma otra dirección renunciando no sólo a la voz humana sino también a los programas destinados a facilitar la comprensión de sus obras. Quizás debido a su complejidad o a su carácter especialmente severo, rupturista y pesimista, la sexta no figura entre las sinfonías más populares de Mahler para el público en general. Sin embargo, es reconocida por muchos como una de sus mejores obras, y está considerada como una sinfonía que requiere un gran estudio por parte de los directores y de las orquestas.
    La sinfonía consta de cuatro Movimientos: I. Allegro enérgico, ma non troppo. Heftig, aber markig - II. Andante Moderato - III. Scherzo: Wuchtig - IV. Finale. Allegro moderato — Allegro enérgico.


    Nº 7 - (1906) La Sinfonía nº 7 en Mi Menor, llamada “Canción de la Noche”, constituye el punto más avanzado del modernismo de Mahler. Se trata de la sinfonía del compositor que más veces ha sido grabada registrada (1953) y la más popular.

    Consta de cinco movimientos. La dificultad de delimitar la unidad entre los distintos movimientos de la Séptima es quizás, debida al hecho de que los dos 'Nachtmusik' se hayan compuesto antes de los tres movimientos restantes. Movimientos: I. Langsam. Nicht Schleppend.-Allegro Risoluto,ma non troppo - II. Nachtmusik. Allegro moderato-Molto moderato - III. Scherzo. Schattenschaft. Fliessender aber nicht schnell.- Trio - IV. "Nachtmusik II: Andante amoroso" (Leonard Bernstein &Vienna Philharmonic) V. Rondo-Finale. Allegro Ordinario.-Allegro moderato ma energico (Deutsches Landestheater & Otto Klemperer)

    Nº 8 - (1907) La Sinfonía nº 8 en Mi bemol mayor (Wiener Philarmoniker & dir. Leonard Bernstein) es una de las obras corales de mayor escala del repertorio orquestal clásico. Debido a que requiere una enorme cantidad de instrumentistas y coristas con frecuencia se la denomina «Sinfonía de los mil», aunque la obra a menudo se interpreta con menos de mil intérpretes y el propio Mahler no aprobó dicho sobrenombre. Fue la última obra de Mahler que estrenó en su vida y contó con un gran éxito de crítica y público cuando la dirigió en su estreno en Múnich el 12 de septiembre de 1910.

    Primera Parte: Veni, creator spiritus 1. Allegro impetuoso “Veni, creator spiritus” - 2. A tempo. Etwas (aber unmerklich) gemäßigter; immer sehr fließend “Imple superna gratia” - 3. Tempo I. (Allegro impetuoso) “Infirma nostri corporis” - 4. Tempo I. (Allegro, etwas hastig) - 5. Sehr fließend – Noch einmal so langsam als vorher. Nicht schleppend “Infirma nostri corporis” - 6. Plötzlich sehr breit und leidenschaftlichen Ausdrucks – Mit plötzlichem Aufschwung “Accende lumen sensibus” - 7. “Veni, creator spiritus” - 8.a tempo “Gloria sit Patri Domino”.
    La segunda parte de la sinfonía sigue la narración de la última escena del poema de Goethe: el viaje del alma de Fausto, rescatada de las garras de Mefistófeles, en su última ascensión al cielo. La propuesta de Landemann de que el movimiento sigue una estructura de sonata se basa en la división, tras un preludio orquestal, de cinco secciones que él identifica musicalmente como exposición, tres desarrollos episódicos y el final. “Final” (Royal Concertgebouw Orchestra & Bernard Haitink)


    “Das Lied von der Erde” (La Canción de la Tierra) 1/2  2/2 (New Philharmonia Orchestra, Otto Klemperer & Philharmonia Orchestra) es un ciclo de canciones en forma de sinfonía, un trabajo en gran escala para dos solistas vocales.

    El uso de Mahler de ciertas características "chinas" (escala pentatónica, escala de tonos enteros, uso de determinados instrumentos) hace que este trabajo sea el primero de estas características en su obra, si bien algunos de estos elementos tienen su continuación en la Novena Sinfonía. Compuesta entre los años 1907-1909, siguió a la Octava Sinfonía o Sinfonía De los Mil pero no recibió número, supuestamente debido al temor supersticioso del compositor respecto al significado mortal de una 'novena sinfonía'.

    • Nº 9 (1910) La Sinfonía n.º 9 es la última que Mahler completó antes de su muerte, siendo estrenada en forma póstuma en junio de 1912 por la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Bruno Walter. Es una obra de una notable fuerza y sobrecogimiento, y es considerada por muchos como la mejor composición mahleriana. Es la muestra más elocuente - junto a la "La canción de la Tierra" y la incompleta décima sinfonía - de la maestría que el compositor alcanzó al final de su vida. La sinfonía consta de dos partes. La primera, tiene la forma de sonata y es el himno latino medieval “Veni, Creator Spiritus”, de Pentecostés, cuya división en movimientos es la siguiente: I. Andante comodo - II. Im tempo eines gemächlichen Ländlers. Etwas täppisch und sehr derb - III. Rondo-Burleske: Allegro assai. Sehr trotzig - IV. Adagio: Sehr langsam und noch zurückhaltend.(Orchestre de Paris & Christoph Eschenbach)

    • Nº 10 (1911, inacabada). Mahler trabajó en su Décima sinfonía durante el año de 1910. A su muerte, en 1911, sólo el primer movimiento estaba terminado, aunque quedaron planteados la estructura general de la obra y esbozados los otros movimientos. El Andante-Adagio, (Royal Concertgebouw Orchestra & Eliahu Inbal), único movimiento prácticamente terminado por Mahler, es una de sus obras más renovadoras y próximas a la vanguardia vienesa de músicos como Arnold Schoenberg o Alban Berg. En este amplio movimiento, de unos veinte minutos, predominan las armonías cromáticas, y su lenguaje se sitúa muchas veces prácticamente en la atonalidad. Los esbozos de Mahler del resto de los movimientos, algunos bastante avanzados, permiten conocer las intenciones del compositor.

    El "Purgatorio" (Berliner Sinfonie-Orchester & Kurt Sanderling) es un pasaje breve e irónico, enmarcado entre dos movimientos tipo scherzo con carácter de danza, más burlesco el primero, y más nostálgico el segundo. El "Finale" (Berlin Philarmoniker & Simon Rattle) comienza con un fuerte golpe de tambor, en el que Mahler reproduce el sonido que escuchó en un cortejo fúnebre en Nueva York y que al parecer le impresionó profundamente. El final de este movimiento es de un gran lirismo, y en el manuscrito se encuentran muchas frases en las que Mahler va anotando sus emociones más íntimas. Aunque músicos como Ernst Krenek, Schoenberg o Shostakóvich, a los que les fue enseñado el manuscrito, se negaron a reconstruir la obra, la Décima sinfonía ha sido objeto de varias reconstrucciones, entre ellas la del musicólogo inglés Deryck Cooke o la del ruso Rudolf Barshai.


    Música vocal:

    Recién completado el cambio de siglo, Mahler compuso algunas canciones a partir de poemas de Friedrich Rückert, compositor que inspiró también los Kindertotenlieder. Entre 1901 y 1902 Mahler dio forma a siete piezas que no vieron la luz hasta 1905, agrupadas todas ellas entonces bajo el título “Sieben Lieder aus letzter Zeit” (Siete Canciones Recientes).
    Se incluían allí las cinco canciones que forman el ciclo “Rückert-Lieder” y dos más, “Revelge” y “Der Tamboursg´sell” (ambas a partir de poemas del gran compendio “Des Knaben Wunderhorn”).

    Las cinco canciones son:

    Banda sonora:
    En la película Muerte en Venecia, dirigida por Luchino Visconti que se basa en el libro de Thomas Mann, quien admiraba a Mahler al punto tal de llamar a su personaje Gustav, en su homenaje. Visconti, además lo refuerza transformándolo en músico (en el libro de Mann es escritor). La sinfonía n.° 5 acompaña a toda la película y el “Adagietto” corona el trágico y triste final de la misma. Nadie que haya visto la obra de Visconti olvidará el exquisito cuarto movimiento de la quinta de Mahler (Berliner Philharmoniker & Herbert von Karajan)