10 diciembre 2012

LP 'A Collection of Beatles Oldies'


El 10 de diciembre de 1966 se publicó en el Reino Unido y Australia el álbum 'A Collection of Beatles Oldies', una selección de canciones grabadas entre 1963 y 1966.

Los Beatles en 1966
Parlophone, la discográfica de los Beatles en el Reino Unido, para seguir con su política de publicar dos álbumes de los Beatles por año, quiso lanzar un álbum para las Navidades, pero los cuatro de Liverpool se encontraban de vacaciones y no tenían intención de interrumpirlas. John Lennon estaba en España, a las órdenes de Richard Lester, rodando la película 'How I Won the War', George se encontraba en India, McCartney en Marruecos y Ringo en España y las Bahamas. Por ello, en Parlophone decidieron publicar esta compilación, que vendría a ser su primer 'Grandes Éxitos'. Contenía canciones conocidas de LPs anteriores, varios temas publicados en discos sencillos en el Reino Unido que no habían aparecido nunca en un álbum, y un tema inédito de Larry Williams, 'Bad boy', que sólo había aparecido en el mercado estadounidense como parte del álbum de Capitol 'Beatles VI'.




A pesar de contener sólo una canción inédita (no original), el disco se vendió bien. No obstante sólo alcanzó el puesto nº6 de las listas, algo desacostumbrado para los Beatles que solían copar los nº1 con sus álbumes. Otra novedad fueron los 40 minutos de música que contenía, siendo hasta aquel momento, el disco de mayor duración publicado por el cuarteto. Se editaron dos versiones. Una en mono y otra en estéreo, teniendo que remezclarse seis de las canciones para su edición en estéreo. En el caso de 'She loves you', la remezcla fue a 'falso estéreo', ya que las cintas originales habían desaparecido y hubo que usar el master.

En la revista New Musical Express fueron elegidos 'la mejor banda británica'. Sin embargo en el apartado 'grupo vocal internacional', que los Fab Four habían obtenido tres años seguidos, fue a parar este año a los Beach Boys, cuya obra 'Pet Sounds', publicada en julio de 1966 mostró el talento de Brian Wilson. Parece ser que fue 'Rubber Soul' el trabajo que animó a Wilson a componer un álbum con joyas como 'Wouldn't it be nice', 'Sloop John B' y 'God only knows'. Fue esta última la que inspiró a McCartney a componer 'Here, there & everywhere' y la obra de Wilson fue un acicate para que surgieran hitos como 'Strawberry fields forever' y el álbum 'Seargent Pepper', tras cuya escucha, cuentan que Wilson, desesperado, abandonó su proyecto 'Smile', que para él ya no tenía ningún sentido.

El diseño de la portada corrió a cargo de David Christian, al más puro estilo Carnaby Street (la calle pop de Londres por excelencia en aquel tiempo), y la fotografía de la contraportada fue realizada por Robert Whitaker, en Tokio (Japón) en 1966. La foto de la contraportada estuvo impresa al revés, lo que se podía observar en las inscripciones del kimono que tenía Paul en la foto.

Aunque la posterior leyenda urbana de 'Paul ha muerto' sostenía que McCartney murió en un accidente con su coche un mes después de la publicación del álbum, los paranoicos amantes de 'pistas ocultas' descubrieron una en la portada: El coche que transita la carretera que se pierde en el fondo, enfila directamente hacia la cabeza del personaje de la portada. Según la leyenda urbana, la muerte de Paul se produjo por un golpe en la cabeza...

Kyu Sakamoto


El 10 de diciembre de 1941 nació en Kawasaki, Kanagawa, Japón, el actor y cantante japonés Hisashi Oshima, más conocido como Kyu Sakamoto. Fue el más joven de los 9 hijos del matrimonio conformado por Hiroshi e Iku, trabajadores en un restaurante.

Cuando empezó a estudiar la escuela básica secundaria comenzó a cantar. En 1958 se integró en el grupo de música vocal Drifters. Su canción más popular 'Ue o muite aruko' (Mirando hacia arriba mientras camino), más conocida como 'Sukiyaki', fue un éxito en Japón y logró colocarse en el nº 1 de las listas Billboard en los Estados Unidos en el año 1963, siendo la única canción cantada íntegramente en idioma japonés en lograrlo.

El texto de la canción en sí es triste ("miro hacia arriba mientras camino, para que no me broten las lágrimas") -algo desconocido para los melómanos-, y en nada tiene que ver con el nombre comercial de Sukiyaki, que en realidad corresponde a un plato de la gastronomía japonesa. 'Sukiyaki' se convirtió en un clásico de la música popular mundial, recibiendo infinidad de versiones, sobre todo de orquestas 'easy listening', como Kenny Ball and his Jazzmen.

Sakamoto logró colocar otra canción en los charts, llamada 'China nights' (Shina no Yoru) que alcanzó el nº 58 en 1963. Otro tema de los más apreciados fue 'Ashita ga Aru Sa' (Siempre hay un mañana), en 1963 que vendió 8 millones de copias en Japón. En 2001 fue versionada por Re:Japan y alcanzó el nº1 en el país nipón.
En 1985 Sakamoto murió trágicamente en el accidente aéreo del vuelo Japan Airlines vuelo 123. Antes de que el avión impactara fue capaz de escribir una nota de despedida a su esposa Yukiko Kashiwagi.

Guitar Slim


El 10 de diciembre de 1926 nació en Greenwood (Mississippi) el guitarrista y cantante de blues Guitar Slim, cuyo 'The things that I used to do' está considerado uno de los temas más importantes de los inicios del rock and roll.

Slim aprendió a tocar la guitarra de niño, mientras trabajaba en los campos de algodón de Mississippi. Tras servir con el ejército en la 2ª Guerra Mundial, comenzó a actuar y a ganarse un buen número de seguidores debido sobre todo a sus dinámicos shows en directo. Fue de los primeros artistas en vestir coloridas y estrafalarias vestimentas, a menudo tintándose el pelo a juego y, seguramente fue el primer artista que, valiéndose de un cable extra-largo, saltaba del escenario hacia el público interpretando sus solos de guitarra entre la gente. Su sonido era inusual, empleando la distorsión diez años antes de que la mayoría de los guitarristas la usaran.

En cierta ocasión llegó a salir del local con su instrumento y, literalmente parar el tráfico mientras tocaba. Grabó sus primeros discos a partir de 1951 y tuvo un éxito menor en las listas de R&B con 'Feelin' sad', que Ray Charles versionaría diez años más tarde. En 1953 apareció en Specialty Records su gran éxito, 'The things I used to do', que más tarde recibiría versiones de Stevie Ray Vaughan, Chuck Berry, Jimi Hendrix y Buddy Guy. La original de Slim fue producida y arreglada por un entonces joven Ray Charles, llegando a ser el mayor éxito del sello. Se mantuvo en el nº1 seis semanas y fue el disco más vendido de 1954, superando el millón de copias.
Cinco años después, en febrero de 1959, olvidado y alcoholizado, Guitar Slim murió de neumonía a los 32 años.

Oliver Messiaen


El 10 de Diciembre de 1908 nació en Avignon, Francia, el compositor, organista, pedagogo y ornitólogo francés Olivier Messiaen. Una profunda fe cristiana, la fascinación por el hinduismo, la seducción por el color instrumental y, sobre todo, el amor a los pájaros y la naturaleza son algunos de los heterogéneos elementos sobre los que se sustenta el personal estilo de Messiaen, un autor difícilmente encasillable en una corriente concreta.

Fascinado por el canto de los pájaros afirmaba que los pájaros eran los mejores músicos y se consideraba a sí mismo tanto ornitólogo como compositor. Transcribía el canto de los pájaros en sus viajes por todo el mundo, e incorporó las transcripciones de estos cantos en gran parte de su música, "Pájaros exóticos" (Pierre-Laurent Aimard, piano & dir. Pierre Boulez). Su uso innovador del color, su concepción personal de la relación entre el tiempo y la música, su uso del canto de las aves, y su intento de expresar profundas ideas religiosas, todo se combina de tal modo que hace casi imposible confundir una composición de Messiaen con una obra de cualquier otro compositor clásico occidental. Fascinante por su riqueza tímbrica, rítmica y armónica, inconfundiblemente moderna, su música es portadora de un mensaje humano y universal que supera su evidente confesionalidad católica.

Hijo de un profesor de literatura y traductor de Shakespeare, y de una poetisa, Cécile Sauvage, Messiaen creció en un ambiente favorable a toda expresión artística. Talento precoz, fue alumno del Conservatorio de París, donde estudió órgano (instrumento del que iba a ser un consumado intérprete) y composición. En 1936 fue uno de los fundadores de la Jeune France, grupo dedicado a difundir la nueva música francesa. Llamado a filas tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, en 1940 Olivier Messiaen fue hecho prisionero por los alemanes e internado en un campo de concentración en Silesia, donde compuso el “Quatuor pour la fin du temps”.

Acabada la contienda, el nombre del compositor comenzó a cobrar cierta relevancia, sobre todo a partir del estreno (en 1949 y bajo la batuta de Leonard Bernstein) de la monumental “Sinfonía Turangalila” (Pierre Laurent Aimard, Cynthia Millar, Andrew Davis & the National Youth Orchestra). Profesor en Darmstadt entre 1950 y 1953, y del Conservatorio de París desde 1966 hasta 1978, sus clases ejercieron una influencia determinante en compositores como Pierre Boulez, Iannis Xenaquis y Karlheinz Stockhausen. Aclamado como uno de los mejores compositores de su época, Messiaen recibió numerosas distinciones a lo largo de su vida, entre otras la de un monte en el estado norteamericano de Utah que fue bautizado con su nombre. La muerte le sorprendió en 1982, mientras trabajaba en la orquestación del “Concert à Quatre”, para flauta, oboe, violoncelo, piano y orquesta, culminado por su viuda, la pianista Yvonne Loriod.


Pierre Boulez, antiguo alumno de Olivier Messiaen, dijo en una ocasión que Messiaen no compone, yuxtapone. En otras palabras, no existe un crecimiento orgánico real en su música, sino una yuxtaposición de elementos como en un mosaico. El efecto es sobrecogedor y la música se revela como un hecho trascendente, estático, muy cercana en su sentido final a la Filosofía oriental, más centrada en el Ser, en contraposición al Devenir de la Filosofía occidental.

“Uno de los grandes dramas de mi vida consiste en decirle a la gente que veo colores cuando escucho música, y ellos no ven nada, nada en absoluto. Eso es terrible. Y ellos no me creen. Cuando escucho música yo veo colores. Los acordes se expresan en términos de color para mí. Estoy convencido de que uno puede expresar esto al público.” Olivier Messiaen.
El compositor francés era sinestésico, tenía la capacidad de ver los sonidos con diferentes colores e incluso el proceso contrario, escuchar los colores. Esta capacidad se ve reflejada en las referencias de sus obras en las que en casi todas se incluye alusiones al color o la luz, incluso en los propios textos de Messiaen, este se refiere a sus obras en términos de color. Pensaba que la asociación color-sonido dentro de una obra musical era incluso más importante que el propio ritmo.

Como Scriabin, Messiaen no asociaba el color a notas aisladas sino a armonías y modos musicales. Pero aún así podemos saber cuál era el rango de color percibido por éste gracias a sus testimonios: Traducción del libro "Messiaen's contemplations of covenant and incarnation" de Siglind Bruhn acerca de la percepción del Modo 2 de Messiaen. "Rocas azul-violetas, salpicadas de pequeños cubos en tonos de gris, azul cobalto y azul prusiano oscuro con algunos destello de color púrpura azulado, rojo, oro y rojo rubí con estrellas de color malva, negro y blanco. La segunda transposición del modo, al contrario, se muestra en el interior de mis ojos en tonos dorados y marrones, mientras que el tercero evoca tonos de color verde claro."

Bryce Canyon
Su obra "Des Canyons aux Étoiles" (Orchestre Philharmonique de Radio-France & Myung-Whun Chung) es un claro ejemplo de la utilización de su habilidad sinestésica para crear música. Esta pieza fue escrita tras contemplar el paisaje del Bryce Canyon en Utah. Anotó los colores, las sensaciones que experimentó en el lugar además del canto de los pájaros con el fin de crear una obra que pudiera trasladar al espectador a ese mundo de emociones. El propio Messiaen describió los colores que guardaba su obra: "Obra de sonidos-color, donde circulan todos los colores del arco iris, alrededor del azul del arrendajo de Steller y el rojo del Bryce Canyon".


Obras destacables:
1929 - 8 Preludios para Piano, Preludio nº7 (Marc Steiner, piano)
1930 - Les offrandes oubliées (1930) (Orchestre de Paris & dir. Paavo Järvi)
1932 - Tema y Variaciones para violín y piano (Violín: Janine Jansen & Piano: Itamar Golan)
1933 - La Ascensión (Sinfonieorchester des Bayerischen Rundfunks & dir. Daniel Nazareth)

1935 - La Natividad del Señor (para Órgano)
1935 - Vocalise étude (Ingrid Kappelle, soprano & Hakon Austbo, piano).
1937 - Oraison, per Ondes Martenot (1937) (Ensemble D'Ondes De Montréal).
1940 - Cuarteto para el Fin de los Tiempos – Intermedio (Pianista Matthew Schellhorn & Soloists of the Philharmonia Orchestra)
1943 - Visiones del Amén (para dos pianos) (Maarten Bon & Reinbert de Leeuw)
1944 - 3 Pequeñas Liturgias de la Presencia Divina (Yvonne Loriod, Jeanne Loriod, Marcel Couraud, Maîtrise & Orchestre de Chambre de la RTF)
1945 - Harawi, Canto de Amor y de Muerte – Parte 1, Parte 2

1946-48 - Sinfonía Turangalila (Orchestre Philharmonique de Radio France& Myung-Whun Chung)
1953 - El Despertar de los Pájaros (Alberto Cruzprieto & La OFUNAM)
1956-58 - Catálogo de Pájaros, Pájaros exóticos (Pierre-Laurent Aimard, piano & dir. Pierre Boulez)
1960 - Cronocromía (Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks & dir. Karl Anton Rickenbacher)
1963 - Los Colores de la Ciudad Celeste (Pierre Boulez)
1964 - Et Expecto Resurrectionem Mortuorum (Orchestre Philharmonique de Radio France, & dir. Myung-Whun Chung)

1965-69 - La Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo (Gerard Philharmonia Voices & BBC National Orchestra of Wales & dir. Thierry Fischer)
1985 - Pequeños Esbozos de Pájaros - El Mirlo (Kenneth Smith, Matthew Schellhorn)
1988-92 - Iluminaciones del Más Allá (Sylvain Cambreling, dir & SWR Sinfonieorchester Baden-Baden und Freiburg)
1990-91 - Concierto para Cuatro –Vocalise étude (Ingrid Kappelle, soprano & Hakon Austbo, piano).

Cesar Franck


El 10 de diciembre de 1822 nació en Lieja, el compositor, organista y pedagogo belga naturalizado francés, César Auguste Franck. Ocupa un lugar privilegiado en la historia de la música francesa no sólo por el valor incuestionable de su producción, sino, sobre todo, por su decisiva influencia en toda una generación de compositores. Frank fue un hombre austero y reservado, centrado en los valores espirituales de la música, compositor absorto en su interioridad y un maestro alrededor del cual se reagruparon espontáneamente los jóvenes músicos franceses. Además en medio de la crisis con que culminó el Segundo Imperio y del cúmulo de desesperanza que suscitó su caída, se afirmó en Francia la necesidad de impulsar el renacimiento de la música nacional y el principal artífice de este “musical” hecho fue el compositor belga Franck.

Conservatorio de Lieja
Las raíces de Franck están implantadas en la sólida burguesía belga, a la que pertenecía su abuelo, Barthélemy que se casó con una rica holandesa. De esta unión nacieron nueve hijos, el último de los cuales fue Nicolas Joseph, que se casó con Marie Catherine y fue padre de dos músicos, nuestro César Auguste y su hermano Joseph (éste, que vivió entre 1825 y 1891, tuvo su momento de celebridad como concertista de piano y como organista en París). César Auguste, que muy pronto se redujo su nombre simplemente a César, dio pronto excelentes pruebas de su talento musical en el Conservatorio de Lieja, la ciudad belga donde nació.

Antonin Reicha
El maestro belga llegó a París con su padre en 1835, fue confiado a Pierre-Joseph-Guillaume Zimmermann para el estudio del piano, y a Antonin Reicha para que practicara el contrapunto. Todo el celo desplegado por su padre, el también músico Nicolas Joseph Franck obedecía al hecho de que César había dado excelentes pruebas, en Lieja, no sólo como alumno, sino además como compositor y concertista. César obtuvo gran provecho de las lecciones de Reicha, interrumpidas en 1836 debido a la muerte del maestro, y en el curso de dos años se afirmó en París. A pesar de esta pérdida, las composiciones de Franck aumentaron y crecieron en dimensión: el Trío op. 2 (Hermanas Bekova), la Première Grande Sonate op. 10, los dos Conciertos para piano y orquesta op. 9 y 11. También dio conciertos en la sala de un conocido constructor de pianos, Pape, y en tales ocasiones, se exhibió junto con otras celebridades, como Liszt, Alkan, Pixis.



Por su parte, Nicolas Joseph propuso a su hijo que compusiera una égloga bíblica en tres partes titulada 'Ruth', sacada de la Biblia gracias a la ayuda e intervención de un literato llamado Guillemin, así que la idea de Franck padre fue aceptada por el joven compositor belga. Aproximadamente en un año quedó terminada 'Ruth' y, después de muchos manejos por parte del padre de César Franck, fue interpretada en la Sala Érard el 1.º de noviembre de 1845, en presencia de los principales músicos activos de la sociedad parisina. Después de la interpretación de esta obra fue cuando César se despojó para siempre de la tutela de su padre: se casó, tuvo cuatro hijos (de los cuales dos de ellos murieron inmediatamente y los otros sobrevivieron) y se inició el período oscuro de su vida.

El 22 de febrero de 1848, abierto el enfrentamiento con su padre, Franck se casó con su alumna Eugénie-Félicité-Caroline Saillot-Desmousseaux. El hecho fue suficiente para despertar las iras de su padre ya que encarnaba el espíritu burgués de la época más retrógrado en el que una “insignificante” alumna era poco para su status y el de su hijo. Finalmente, tras la boda, el compositor belga se vio obligado a dedicar gran parte de su tiempo y de sus energías a las actividades remunerativas para asegurar el bienestar de su nueva familia. Gracias a un sacerdote amigo, el abate Dancel, consiguió en 1858 que el musicólogo belga fuera nombrado organista de la iglesia de Sta. Clotilde. Dicho órgano construido por Aristide Cavaillé-Coll (uno de los renovadores de la técnica de construcción de órganos en el siglo XIX) se convirtió en el emblema de la personalidad de Franck, hombre reflexivo y sencillo a un tiempo, huidizo y concentrado en su abstracto universo musical que no paraba de repetir: “Mi órgano es mi orquesta”. En 1859, un año después de haber obtenido el puesto de organista en Sta. Clotilde, César Franck inauguró el gran órgano de Cavaillé-Coll, que tocaría hasta su muerte.

Para este instrumento compuso, entre otras obras, la célebre recopilación titulada Seis piezas para gran órgano en la que destaca el Preludio, fuga y variación en Fa menor, dedicado a Saint-Saëns, dado que en ella coinciden valores tímbricos refinados y una clara estructura, al igual que ocurrirá en las piezas análogas para piano compuestas por Franck hijo en los últimos años de su actividad.

En definitiva, el compositor belga alcanzó la fama bastante tarde: fue en 1871, al celebrarse el primer concierto de la Société Nationale de Musique (contó como figuras: Saint-Saéns, Fauré, Jules Massente, Edouard Lalo…) en el seno de la cual adquirió un notable relieve y encontró el ambiente adecuado para que su música fuera valorada. La muerte le llegó a los 68 años de edad (no tan tarde como su reconocimiento profesional) un 8 de noviembre de 1890, a consecuencia de una pleuritis mal atendida.



Obras
La música sinfónica
El cazador maldito (Orchestre du Capitole de Toulouse). Poema sinfónico basado en una leyenda alemana narrada por Gottfried August Bürger

• Variaciones sinfónicas para piano y orquesta
Escritas en el verano boreal de 1885 para el pianista Louis Diémer, quien las estrenaría en la Société Nationale el 1 de mayo de 1886 bajo la dirección del autor. Al igual que en el poema sinfónico para piano y orquesta Los Djinns, las Variaciones no son propiamente una obra concertante, sino una novedad en el género, en la que dos temas antitéticos son desarrollados por el piano y la orquesta a lo largo de tres movimientos que se suceden sin interrupción. El primero de ellos, Poco allegro, sirve de exposición a ambos temas; un breve desarrollo conduce al Allegretto quasi andante, integrado por seis variaciones de muy variado carácter sobre el segundo tema. El Allegro non troppo final, lleno de equívocos tonales, cierra brillantemente una obra que contribuyó a cimentar la fama de su autor (Arthur Rubinstein, Piano & The Symphony of the Air Alfred Wallenstein).

• Sinfonía en re menor
Transcurrieron casi cincuenta años desde el primer intento sinfónico del joven César Franck en 1840, fecha de su Gran sinfonía en sol mayor, hasta la que quizás sea su obra más conocida, la Sinfonía en re menor. Esbozada en el otoño de 1887 y concluida en agosto del año siguiente, fue dedicada a Henri Duparc y estrenada el 17 de febrero de 1889. La crítica la acogió con gran acritud; Gounod llegó a afirmar que era “la incompetencia elevada a dogma”. La obra, de maciza orquestación que recuerda a veces al órgano, consta de sólo tres movimientos. El Lento–Allegro non troppo inicial comienza con una frase similar a la de Los Preludios de Liszt y es enérgico y fuertemente cromático. El segundo tiempo, Allegretto, es en realidad una curiosa combinación de andante y scherzo que concede un papel solista al corno inglés. La Sinfonía concluye con un expansivo Allegro non troppo (Kurt Sanderling, dir &Orchestra Staatskapelle Dresden) en el que reaparecen todos los temas, reafirmando el marcado carácter cíclico de la obra.

La obra para piano
Preludio, coral y fuga Parte 1, Parte 2, Parte 3 (Artur Rubinstein, piano). Obra de esplendorosa madurez compuesta en 1884, este “combate entre la sombra y la luz” y “una de las diez piezas fundamentales de la literatura pianística” para Alfred Cortot, hizo en cambio decir a Saint-Saëns: “El coral no es un coral y la fuga no es una fuga; no se parece a ella más que un zoófito a un mamífero.” De una alta dificultad expresiva toda ella, el preludio es una insistente mirada sobre el abismo y va seguido, sin solución de continuidad, del coral, un tiempo lento doliente y misterioso, y, tras una bellísima modulación, de la luminosa Fuga.

• Preludio, aria y final
La que podría ser considerada “la sonata pianística” de César Franck fue concluida en 1887 y estrenada el 12 de mayo del año siguiente por su dedicataria, la pianista Bordes-Pene. A diferencia del tríptico de 1884, se trata de una obra en la que predomina la claridad. Se abre con un majestuoso Preludio de amplio tema y delicado cromatismo. En el Aria, que adopta la forma de balada, las indicaciones “simple,” “melodioso” y “muy dulce” aparecen con frecuencia. El tumultuoso Final (Andreas Bened, piano), de grandes contrastes, recorre temas de los otros movimientos, atravesando sucesivas tonalidades antes de disolverse en la brillante tonalidad principal.



La obra para órgano
• Seis piezas
La primera colección de piezas organísticas fue escrita entre 1860 y 1862 y está integrada por seis obras muy diferentes. La Fantasía es en sí misma un tríptico, de movimientos extremos lentos. La Gran pieza sinfónica, dividida en seis partes, anuncia las futuras sinfonías para órgano de Widor. El Preludio, Fuga y Variación dedicado a Saint-Saëns, comienza y concluye con una bella melodía acompañada y sería transcrito después para piano. La bucólica Pastoral fue dedicada al célebre organero Cavaillé-Coll. La Oración es una pieza bipartita basada en una especie de coral de corte romántico. Por último, el Final (Jean-Jacques Grunenwald & Cavaillé-Coll organ, 1890) que cierra la serie, es una pieza de exhibición con largos solos de pedal y acordes enérgicos.

• Tres piezas
Compuestas para la inauguración del órgano Cavaillé-Coll del Trocadero y estrenadas por el propio autor el 1 de octubre de 1878, son más complejas y atormentadas que las Seis piezas. Tres piezas, donde la Fantasía en La es una emotiva pieza en la que tiene un especial papel melódico el registro “voz humana.” El Cantabile posee un carácter religioso y sereno. Finalmente, la Pieza Heroica, sólida y vigorosa, comienza con un tema amenazador acompañado de acordes obstinados y concluye con un brillante y muy franckiano coral.

• Tres corales
Auténtico testamento musical del compositor y ciclo fundamental en la literatura organística, los Tres corales (Órgano: Peter Hurford) fueron escritos durante el verano boreal de 1890 (el último sería concluido el 25 de septiembre) por un César Franck ya enfermo. El Primer Coral, un conjunto de variaciones en crescendo gradual hasta un final grandioso, “no es lo que se piensa; el verdadero coral se va haciendo durante el transcurso de la obra,” según indicó el propio compositor a su alumno D’Indy. El Segundo Coral consta de dos series de variaciones sobre una triste y austera melodía, separadas por un dramático recitativo. El Tercer Coral tiene estructura tripartita y contiene pasajes de tipo toccata y un lírico adagio, además de la sección propiamente coral, concluyendo de modo triunfante.

La música de cámara
Trío concertante núm. 1 en fa sostenido menor para piano, violín y violonchelo (Paulo Gori, piano, Winston Ramalho, violín & Antonio Del Claro, violoncelo). Escrito por un César Franck de apenas dieciocho años, el Trío en fa sostenido (1840) es el primero de un conjunto de cuatro y en él surge por primera vez la forma cíclica tan cara al compositor. Se abre con un movimiento bitemático: un tema sombrío y agitado es seguido por otro de carácter contemplativo, el motivo que recorrerá toda la obra. El segundo tiempo, un Scherzo, incorpora dos tríos, en el segundo de los cuales reaparece el tema cíclico. La obra se cierra con un Finale en forma de sonata. (Sviatoslav Richter, piano; Oleg Kagan, violín & Natalya Gutman violonchelo)



Quinteto en fa menor para piano, dos violines, viola y violonchelo
Como en la Sinfonía, Franck tardó casi cuarenta años desde el Trío en fa sostenido en regresar a la música de cámara. Lo hizo con el magistral Quinteto de 1879, dedicado a Saint-Saëns y estrenado en la Société Nationale el 17 de enero de 1880, con el dedicatario al piano.

Enormemente apasionada, la obra es de gran envergadura y complejidad y Franck adopta para ella una vez más la estructura cíclica. Consta de tres movimientos: un Molto moderato que comienza con una introducción dramática, desembocando en un tiempo rápido cromático y de amplio desarrollo; un Lento de largos temas melódicos en el que, no obstante, no decae la tensión y, finalmente, un fogoso Allegro non troppo, donde retornan los motivos cíclicos de los movimientos precedentes.  (Le Quatuor Bernède Jean-Claude Bernède, violín - Gérard Montmayeur, violín - Guy Chêne, viola - Paul Boufil, cello & Samson François, piano)

• Sonata en la mayor para violín y piano
Obra capital de la música de cámara francesa del XIX, la Sonata para violín y piano fue escrita en el verano de 1886 y dedicada al violinista Eugène Ysaÿe, quien la estrenaría en el Círculo Artístico de Bruselas el 16 de diciembre del mismo año y sería uno de sus principales difusores. La Sonata gozó desde el principio de una excelente acogida y, junto al Cuarteto, estuvo entre las piezas favoritas de Marcel Proust, que la citaría tácitamente en su novela En busca del tiempo perdido. Dividida en cuatro movimientos, el Allegro ben moderato inicial es una breve forma sonata que presenta el motivo cíclico de la obra y sirve de introducción a un Allegro intenso y apasionado. Sigue un inusual Recitativo–Fantasía, de original desarrollo. El final, Allegretto poco mosso (Nesterovska/Lečić) comienza con un canon entre violín y piano, de estilo pastoral, y a través de un luminoso recorrido tonal conduce a un clímax de gran brillantez.

Cuarteto en re mayor (Quatuor Ysaÿe)
El Cuarteto es una de las últimas composiciones de César Franck. Comenzado en el otoño de 1889, tras haber estudiado a fondo los cuartetos de Beethoven, el estreno se produjo el 19 de abril de 1890 y el éxito fue clamoroso. “¡Vaya! —exclamaría con cierta amargura el músico—, parece que el público empieza a comprenderme.” La obra, densa y marcada toda ella por el sello característico del autor —el carácter cíclico y la inestabilidad tonal—, se inicia con un Poco lento–Allegro de grandes contrastes, que culmina en una fuga. Siguen un Scherzo de sutil colorido sonoro y un Larghetto que es una mezcla de andante y rondó. El movimiento final, Allegro molto, adopta la forma sonata y por él desfilan de nuevo motivos y temas de los movimientos anteriores.