21 septiembre 2012

Enrique Montoya


El 21 de septiembre de 1928 nació en Utrera (Sevilla) Enrique Montoya, artista español de la copla y el cante, que ya de niño emprendió su primera gira artística por los pueblos de Andalucía y Extremadura, y más tarde por toda España, con una compañía llamada 'Ases juveniles'. Posteriormente recorrería Egipto, Turquía y otros países de Oriente Medio.

A mediados de los cincuenta, de vuelta en España, Conchita Piquer lo presentó como una de las figuras de su espectáculo 'Salero de España'. Montoya siguió viajando y visitó Estados Unidos, donde conoció a Sabicas. Viaja a Cuba y le sorprende la revolución de Castro por lo que tiene que permanecer allí seis meses, durante los cuales se familiarizó con los sones cubanos y sus ritmos contagiosos. Fue el primero en amalgamar la canción española aflamencada con los ritmos afro-cubanos añadiendo elementos de percusión típicos de allí a sus arreglos y un artista conocedor del flamenco puro que no hizo nunca ascos a la canción española, a la que dotó de mucho ritmo sin que su voz menguara ni perdiera la esencia flamenca.

En su tiempo, Enrique Montoya, hizo lo que hoy encajaría en la clasificación de 'Flamenco nuevo'. Entre sus temas más conocidos se encuentran 'Esperanza', 'A la feria de Graná', 'Qué cosas tiene el amor', 'El vito', 'Anda jaleo', 'Seremos amigos', 'Señorita' y 'Los aretes de la luna'.
Destacables son también sus grabaciones 'Flamenco Romántico' con Paco de Lucía y 'Hoy', con Manolo Sanlúcar. Murió a los 64 años en julio de 1993.

Gustav Holst


El 21 de Septiembre del año 1874 nació en Cheltenham, cerca de Gales el compositor y profesor de música de origen inglés, descendiente de cinco generaciones de músicos, Gustav Theodore Holst.
Sus ancestros eran exiliados rusos de Riga. Su padre era pianista y quiso hacer de su hijo un talentoso intérprete. Aunque Gustav disfrutaba tocando el  piano tenía problemas en sus manos. Comenzó a componer, pero no pudo conseguir ninguna beca para ingresar al Royal College of Music y otras academias de Londres.

Su primer cargo lo ocupó en Wick Rissington. Pronto llegó a ser organista y director en la sociedad coral de Bourbon. Compuso una opereta, llamada “Lansdowne Castle”, que fue estrenada en el Cheltenham Corn Exchange en 1893. Aunque la música aparece muy influida por Arthur Sullivan, la presentación fue tremendamente exitosa. Incluso su padre quedó impresionado y pidió dinero para enviar a Gustav al Royal College of Music con una matrícula regular. En este colegio estudió composición con Stanford, con quien no siempre estuvo de acuerdo pero a quien le agradeció mucho el haberle enseñado, sobre todo, a cómo ser su propio crítico.

A través de un compañero conoció la música de Wagner y después de escuchar a Mahler dirigiendo “El Ocaso de los Dioses” en el Covent Garden, Holst se convirtió en un ardiente entusiasta. “Tristán e Isolda” fue otra experiencia sobrecogedora. Asimismo lo fue escuchar “Misa en Si Menor de Bach” en el Three Choirs Festival en Worcester. Lamentablemente por la misma época su enfermedad en la mano derecha le forzó a dejar el piano definitivamente. Entonces decidió aprender trombón para poder tocar en orquestas y lograr algunos ingresos. También fue una experiencia útil para su labor como compositor. De hecho, fue mientras estudiaba trombón que ganó una beca que le permitió continuar con la carrera de composición en el Royal College of Music. En esta época compuso su primera ópera, “The Revoke”, la que consideró como Op.1. Su profesor Stanford la recibió con entusiasmo y casi logra presentarla en la Opera Comique de París, pero esto nunca se concretó.

Hammersmith Socialist League
En el otoño de 1895 Gustav conoció a Ralph Vaughan Williams. Fue el comienzo de una larga amistad y del hábito mutuo de mostrar sus composiciones mientras estaban trabajando en ellas. También discutían con otros colegas la poesía de Walt Whitman o las obras socialistas de William Morris. Holst se unió al “Hammersmith Socialist Club” y escuchaba las charlas de Bernard Shaw. Condujo el coro del club en la casa de William Morris en Hammersmith Mall. Y se enamoró de su soprano más joven, Isobel Harrison, quien le persuadió a alimentarse mejor (por entonces Holst era vegetariano y no comía bien), a afeitarse la barba y a mejorar su vestuario.

Uno de los primeros trabajos estudiantiles de Holst data de 1897 y fue “Winter Idyll”, en donde la influencia de Wagner, Mendelssohn y Grieg aún es notable. Entretanto toca trombón en orquestas de teatros y órgano en varias iglesias londinenses. En el otoño de 1898 la compañía de ópera Carl Rosa le ofrece un puesto como trombonista y repetidor, lo que le permite dejar el Royal College of Music. En la compañía Holst preparó a los artistas en repertorios poco habituales. Y tocando trombón conoció la orquesta desde dentro y ya tenía en mente la orquestación de una obra mientras la componía.

Escena del Ramayana
Fue en 1895 que Holst comenzó a interesarse por la filosofía hindú y la literatura sánscrita. Su impulso inmediato fue musicalizar algunos himnos del “Rig Veda”, el más importante escrito hindú, pero como encontró que las traducciones inglesas eran poco fidedignas, decidió aprender sánscrito para poder traducirlos él mismo. Esto abrió un mundo completamente nuevo. En 1899 Holst comenzó a trabajar en una ópera, “Sita”, basándose en el mito hindú Ramayana. La labor se extendió hasta 1906 y le permitió desarrollar un estilo musical más directo. En 1900 escribió la “Costwold Symphony”, como una elegía a la memoria de William Morris, y completó su “Ave María” (Ensemble Feminin Callirhoé), la primera obra que publicó. En 1903 también escribió un poema sinfónico llamado “Indra”.

Isobel y Gustav en Berlin
En 1901 Holst se casó con Isobel, y tras recibir una pequeña herencia por la muerte de su padre, ambos viajaron a Berlín por un corto tiempo. Retornó a Londres decidido a dejar el trombón y concentrarse en la composición, pero tal como Elgar, se desilusionó al ver que los editores rechazaban su música. Su esposa copió su música y se dedicó a la costura para apoyar su decisión. Justo cuando la resolución de Holst empezó a debilitarse recibió una oferta de la Escuela James Allen de Dulwich para trabajar como profesor de canto. Vaughan Williams le había ayudado a obtener el puesto y Holst comenzaba con ello una destacada carrera como maestro.

En 1905 Holst fue nombrado Director de Música en la Escuela de Niñas de St.Paul en Hammersmith y pudo estrenar “The Mystic Trumpeter” en el Queens Hall. Esta obra basada en poesía de Walt Whitman fue una de sus últimas partituras influidas por Wagner, ya que un naciente interés por la canción folclórica inglesa le condujo al empleo de melodías más simples. En 1907 compuso “Somerset Rhapsody” (London Symphony Orchestra, dir. Richard Hickox). Posteriormente fue nombrado director musical en el “Morley College” para obreros y, aunque sus exigencias alejaron a muchos estudiantes, hubo nuevos y más entusiastas alumnos en sus exitosas clases.

Lamentablemente Holst no pudo lograr el Premio Ricordi con su ópera “Sita” y la depresión, unida a una sobrecarga de trabajo, le obligaron a tomar unas vacaciones. Viajó a Argelia y anduvo en bicicleta por el desierto. Tal experiencia le inspiró para componer su siguiente obra orquestal, "Beni Mora" (Oriental Suite), Op. 29/1 Parte 1, Parte 2 (David Lloyd-Jones & Royal Scottish National Orchestra), cuyo estreno no fue bien recibido a pesar de que Vaughan Williams afirmó que si la obra se hubiese presentado en París el éxito habría sido grandioso. De regreso a casa Holst comenzó a trabajar en otra ópera india llamada “Savitri” Op. 25 (1908), (Richard Hickox & The City of London Sinfonia), partitura de menores dimensiones, de poco más de treinta minutos de duración, escrita para tres solistas, un coro pequeño escondido y orquesta de cámara.

Otras obras indias fueron los cuatro ciclos de himnos del “Rig Veda” III (The Purdell Singers) y la extensa partitura coral llamada “The Cloud Messenger”. El estreno de “The Cloud Messenger” Op 30 (Richard Hickox & London Symphony Orchestra) en 1912 fue todo un éxito, pero cuando el mismo Holst lo condujo fue un fracaso. En marzo de 1913 Holst recibió un regalo anónimo, que le permitió viajar a España con Clifford Bax, hermano del compositor Arnold Bax. Clifford Bax era astrólogo, y le explicó los conceptos de la astrología. En 1913 la nueva sección de música de St.Paul fue inaugurada y en su nueva sala Holst compuso la "St. Paul's Suite", Op. 29, No. 2: I. Jig: Vivace, II. Ostinato: Presto, III. Intermezzo: Andante con moto, IV. Finale (The Dargason): Allegro (Novosibirsk Philharmonic Chamber Orchestra & dir. Alim Shakh)

Durante el comienzo de la I Guerra Mundial, Holst trabaja en la composición de "Los Planetas". Parte de la orquestación fue esbozada durante los largos fines de semana en la casa de campo familiar que tenía en Thaxted In Essex. La iglesia de Thaxted era como una catedral. Era increíblemente espaciosa y luminosa en su interior. Holst soñaba con que allí hubiera un día un festival, que pudo hacerse en 1916. Debidamente preparado en la Iglesia, pero improvisado en el campo y en las casas, el “festival de Whitsuntide” se hizo una tradición.
Holst parecía considerar “Los Planetas” como una progresión de la vida. Llamó a su obra “una serie de imágenes de estados de ánimo” y anotó en los bocetos, “Siete piezas orquestales”.
“Los Planetas” es una suite "para gran orquesta". Instrumentos nada habituales, como la flauta baja o el oboe barítono o bajo y unos nutridos efectivos de percusión (bombo, batería, platillos, triángulos, tambor militar, pandereta, gong, campanas, xilófono y glockenspiel, así como dos timbalistas) y metal (6 trompas, 4 trompetas, 3 trombones, tuba tenor y tuba bajo) forman, entre otros, la nómina de la suite. Es quizás la orquesta más grande empleada jamás por Holst.


“Marte, el portador de la Guerra” (Berliner Philharmoniker & Herbert von Karajan). “Marte” la más feroz de las piezas existentes en la música, que evoca una escena de batalla de proporciones inmensas con su métrica de 5/4 y ciertas disonancias. Holst dirigió que debería ser tocada algo más rápida que una marcha regular dándole un carácter mecanizado e inhumano. “Marte” es la pieza más famosa de Holst.
“Venus, el portador de la paz”. (New York Philharmonic, dir. Leonard Bernstein).Venus parece dar una respuesta a Marte.

Venus, el portador de la paz
“Mercurio, el mensajero alado” (New York Philharmonic, dir. Leonard Bernstein), es el mensajero entre nuestro mundo y el mundo divino. Holst usa también para este movimiento la bitonalidad; pero a diferencia de Marte, lo que allí era brutalidad y agresividad, aquí se transforma en agilidad, ligereza y una sensación de no fijación en una tonalidad determinada.
“Júpiter, el portador de la Alegría” (Berliner Philharmoniker & Karajan), el portador de la jovialidad - representa la flor de la vida, igualmente con el himno incluido dentro de este movimiento. Conjuntamente con Mercurio, se puede considerar el scherzo de la obra, de estructura sonata. Al trío del movimiento, la solemne melodía central de aliento brahmsiano.
“Saturno, el portador de la Vejez”  (Philadelphia Orchestra, dir. Ormandy), el portador de la ancianidad, puede decir que la vejez no es siempre pacífica y feliz . Describe el carácter "serio, circunspecto y triste" del planeta.
“Urano, el mago” (London Symphony Orchestra& dir. Richard Hickox), es una pieza peculiar: un fuerte clímax musical, antes de Neptuno. Las ásperas cuatro notas (sol-mib-la-si, con un salto ascendente de cuarta (mib - la) y descendente de séptima las dos últimas (la-si) que suenan al principio de la pieza serán el hilo conductor a través del cual Holst comienza; de manera que al final, la sucesión de acordes Fa/Do 7 (metal) y un Mi unísono (cuerda grave) con indicaciones desde fortissimo a pianissimo y el último recordatorio de las cuatro notas (arpa) nos introducen en el siguiente movimiento.
“Neptuno, el místico”  (Sir Charles Mackerras, dir. & BBC Philharmonic Orchestra)
, la tranquilidad, y el coro de voces femeninas, que embelesa a los oyentes.


La obra "Los Planetas" está íntimamente conectada con varios autores de su tiempo. Así, por ejemplo, Holst toma prestada de los “Nocturnes” de Debussy la idea del coro femenino sin texto, para su “Neptuno”. Igualmente se puede rastrear la influencia de Richard Strauss en su uso del oboe bajo o las tubas wagnerianas; o la del Stravinski de “La consagración de la primavera por la incorporación del clarinete bajo y por la similitud de ciertos motivos breves y su tratamiento por ejemplo en pasajes de "Marte". También hay que mencionar aquí al Arnold Schönberg de las "Cinco piezas orquestales, Op. 16". Desde el punto de vista conceptual, además, deberíamos citar al Elgar de las "Variaciones Enigma" y, de forma más lejana, al Mussorgsky de los "Cuadros de una exposición" en cuanto a la sucesión de descripciones de caracteres o impresiones.

Holst volvió en 1919 y tomó nuevos cargos como maestro. Escribió la “Ode to Death” para coro y orquesta sobre textos de Whitman. Compuesta en 1917, interpretada en 1920, una obra que toma textos cristianos tradicionales, católicos, bizantinos y de evangelios apócrifos gnósticos, con melodías gregorianas fácilmente reconocibles, fue “The Hymn of Jesus”: 1/5, 2/5, 3/5, 4/5, 5/5 ( London Philharmonic Orchestra & Sir Charles Groves), con su usual prolijidad Holst aprendió suficiente griego como para traducir los textos originales. A comienzos de 1923 sufre un golpe en la cabeza al caer durante un ensayo, pero se recupera rápidamente y acepta una invitación para viajar a Norteamérica. En el trayecto compone el “Fugal Concerto para flauta, oboe y cuerdas”.

Entretanto la British National Opera produce “The Perfect Fool” (versión para dos pianos), un ballet cuya música es bien recibida pero cuya historia parece muy enigmática.
Si bien a su retorno recibe una ovación tras una interpretación de 'Los Planetas', está a punto de sufrir una seria crisis nerviosa. Entonces recibe dinero de un mecenas anónimo para dedicarse a componer. Deja sus clases por tres meses pero comienza a sufrir fuertes dolores de cabeza. El ruido se transforma en una tortura. El tráfico, la gente hablando, los aplausos, todo le provoca dolor. Finalmente debe dejar todas sus actividades y hasta su muerte solamente sigue con la enseñanza en St.Paul. En el periodo de descanso que siguió Holst compuso “Choral Symphony” para soprano, coro y orquesta (Sir David Willcocks & Royal Philarmonic Orchestra) y la ópera “At the Boar” basada en Falstaff.

 Por un tiempo no escribió otras partituras a gran escala con excepción de “The Golden Goose” y “The Morning of the Year” Op. 45 nº 2, Parte 1, Parte 2 (Joyful Company of Singers e BBC National Orchestra of Wales & dir. Richard Hickox)
 dos ballets corales. En la primavera de 1927 los ciudadanos de Cheltenham organizaron un festival Holst. Y en febrero de 1928 se estrenó “Egdon Heath”, una obra dedicada a Thomas Arden. De 1928 también es “The Moorside Suite” para banda de bronces. En 1929 volvió a Norteamérica y compuso “The Dream City”, la primera de doce canciones sobre textos de Humbert Wolfe.


En 1930 el contrapuntístico y bitonal “Double Concerto” Mov 1 y 2, Mov 3, recibió una crítica mixta, pero la Royal Philharmonic Society le otorgó una medalla de oro después de la interpretación. También en 1930 completó su decimotercera y última ópera, “The Tale of the Wandering Scholar”, y el brillante “Hammersmith” op.52 (1930) (Royal Scottish National Orchestra dir David Lloyd-Jones), con su movimiento excepcional “A Prelude and Scherzo”, escrito originalmente para la banda de la BBC.

Estatua de Holst en Hammersmith
La primera mitad de 1932 estuvo en la Universidad de Harvard realizando cursos y el segundo semestre estuvo enfermo a causa de una gastritis hemorrágica. Al año siguiente retornó a la creación con “Lyric Movement para viola y orquesta” (The City of London Sinfonía, dir, Richard Hickox) y “The Brook Green Suite” 1) Prelude, 2) Air, 3) Dance (Janice Graham y The English Sinfonia). En ambas obras recuperó la espontaneidad que había perdido en la previa década.
A fines de 1933 tuvo que ser internado para una operación delicada. Durante los meses siguientes comenzó a componer una sinfonía y en mayo fue operado. Aunque la intervención fue exitosa su corazón no resistió el esfuerzo y falleció dos días después. Sus cenizas fueron depositadas en la catedral de Chichester y, aparte de Los Planetas, su música cayó en el olvido. Solamente gracias a la labor de su hija Imogen Holst, sobre todo desde que comenzó a colaborar con Britten en 1964 y hasta su propia muerte en 1984, se ha accedido a su gran legado musical y se ha reconocido su contribución a la educación musical.

 


Adaptaciones de “The Planets”
- El propio Holst adaptó la melodía de la sección central de "Júpiter" en 1921 para encajar con la métrica de un poema que empezaba "I vow to thee, my country" (Julian Lloyd Webber & Royal Philharmonic Orchestra ) que como himno tiene el título de “Thaxted”, por la ciudad del condado de Essex.
- La obsesión de Robert Fripp por "Mars" lo llevó a plagiarla casi nota por nota en el tema ‘The devil´s triangle’ del álbum 'In The Wake Of Poseidon'.
- En la giras de Led Zeppelin de 1969 Jimmy Page incluyó el motivo de "Mars" como parte del tema ‘How many more times'.
- Una readaptación de la melodía de Mars se encuentra en la introducción de ‘White room’ de Cream (Wheels Of Fire 1968) y en la de ‘Eyes of the world’ de Rainbow ('Down To Earth' 1979).
- También en el disco de Emerson, Lake & Powell de 1987, la pieza “Mars: The bringer of war” finaliza el álbum.
- Frank Zappa & The Mothers Of The Invention usaron el motivo de “Júpiter” en la pieza 'The Invocation and Ritual Dance of the Young Pumpkin' del album 'Absolutely Free' (1966)

- Manfred Mann’s Earth Band incluyó en su álbum Solar Fire (1973) una reelaboración de Júpiter titulada ‘Joybringer’ y un medley compuesto por 'Mercury' y 'Saturn'.
- En el Jazz el gran John Coltrane se inspiró en el concepto de Holst para una suite dedicada al cosmos; “Mars”, “Júpiter” el proyecto se truncó con la muerte del saxofonista en 1967 y parte de ese material apareció en 1974 en el disco póstumo “Interstellar Space”. 
- "World in Union", la canción oficial de la Copa Mundial de Rugby desde 1991, usa la misma melodía (Dame Kiri Te Kanawa, soprano).
- En 2001, el himno LDS, "The Iron Rod" fue adaptado a la melodía de la sección central por Bob Galbraith para ser cantada por el Mormon Tabernacle Choir durante la CLXXV Conferencia Semestral de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.