31 marzo 2012

Lefty Frizzell


El 31 de marzo de 1928 nació en Corsicana (Texas) el músico de country Lefty Frizzell, que, muy influido por Jimmie Rodgers apareció en la escena del honky tonk a principios de los cincuenta siendo muy popular con su primer hit: 'If you got the money, I've got the time'. En 1959 tuvo otro gran éxito, 'The long black veil' y en 1964, 'Saginaw Michigan'.

En los setenta, las depresiones y el alcohol pudieron con él. Cuando murió en julio de 1975 a los 47 años, nadie le recordaba ya, y sin embargo, en 1982 fue admitido en el Salón de la Fama del Country, reconociéndosele al fin su influencia en la construcción del sonido Nashville y en cantantes como Merle Haggard, Willie Nelson, Roy Orbison y George Jones.

Lowell Fulson


El 31 de marzo de 1921 nació en una reserva india de Oklahoma el guitarrista y cantante de blues Lowell Fulson, una de las figuras más importantes junto a T-Bone Walker del blues de la costa oeste. Sus temas más conocidos fueron: 'Three O'clock blues', 'Everyday I have the blues', 'Reconsider baby' y 'Tramp', la mayoría ya standards del género y profusamente versionadas. 'Reconsider baby' fue un éxito grabado por Elvis Presley y fue elegida por el Salón de la Fama del Rock and Roll una de las '500 canciones que dieron forma al rock and roll'. Fulson murió a los 77 años en marzo de 1999.

 

Franz Josef Haydn


El 31 de marzo de 1732 nació en Rohrau, cerca de Viena, el compositor austriaco Franz Joseph Haydn, considerado junto con Mozart, uno de los máximos representantes del periodo clasicista, conocido además como el ‘Padre de la sinfonía’ y el ‘Padre del cuarteto de cuerda’, gracias a sus importantes contribuciones a ambos géneros. También contribuyó en el desarrollo instrumental del trío para piano y en la evolución de la forma sonata.

Fue el segundo de los doce hijos de Mathias Haydn y Anna Maria Koller. Su padre era fabricante y reparador de carros al servicio del conde de Harrach, el aristócrata de la población, y también sirvió como Marktrichter, un cargo similar al de alcalde de pueblo. Ninguno de sus progenitores sabía leer música; sin embargo, Mathias fue un entusiasta músico folclórico y había aprendido a tocar el arpa de forma autodidacta durante la época que trabajó como oficial. Según los últimos recuerdos de Haydn, su infancia con su familia fue extremadamente musical y frecuentemente cantaban juntos y con sus vecinos. Los padres Haydn se dieron cuenta de que su hijo tenía talento para la música y sabían que en Rohrau no tendría oportunidad de tener una educación musical adecuada. Por esta razón aceptaron la proposición de su pariente Johann Matthias Frankh, director de la escuela y maestro del coro en Hainburg, para que Joseph aprendiera en su casa y practicara como músico. Por tanto, con tan sólo seis años, Haydn se marchó con Frankh a Hainburg y nunca más vivió con sus padres.

Catedral de S.Esteban
Existen razones para pensar que el canto de Haydn impresionó a quienes lo escucharon porque pronto atrajo la atención de Georg von Reutter, el maestro de capilla de la Catedral de San Esteban de Viena, que estaba realizando un viaje por las provincias buscando nuevos talentos para el coro de niños. Haydn pasó con éxito una prueba de audición ante Reutter y en 1740 se trasladó a Viena, donde permaneció como corista durante los siguientes nueve años. Posteriormente Haydn alcanzó la edad y la voz en la que ya no pudo alcanzar tonos agudos, por lo que fue despedido del coro. Unos amigos lo acogieron en su casa, y decidió convertirse en músico. Transcurrieron diez años difíciles en los que tuvo que trabajar en diversos empleos relacionados con la música. Uno de ellos fue como sirviente y acompañante de un compositor italiano.

No obstante, Haydn sacó partido de estos años y fue adquiriendo mayores conocimientos, hasta el punto en que compuso sus primeros cuartetos de cuerda y su primera ópera. Paulatinamente, su reputación como compositor empezó a desarrollarse. Al final de este período, en 1759, Haydn recibió una oferta de empleo importante, que fue la de director musical del conde Morzin. Su misión consistía en dirigir la pequeña orquesta del conde y programar la música para cada evento. Al mismo tiempo componía. Escribió sus primeras sinfonías para orquesta. El conde Morzin padecía dificultades económicas, y a los dos años despidió a todos sus músicos. Haydn encontró enseguida un empleo similar como asistente del director musical de la familia Esterházy, una de las más ricas e influyentes del imperio austriaco, que residía el invierno en Viena y el verano en dos palacios de su propiedad, uno al sur de la capital y otro en Hungría.

Nikolaus Esterházy
En su nuevo cargo, Haydn tuvo una gran responsabilidad que consistía en componer música para cada ocasión, dirigir la orquesta, interpretar música de cámara con miembros de la orquesta y también de la familia, también organizar el montaje de óperas. A pesar del intenso trabajo, Haydn se consideró un hombre afortunado. Los Esterházy eran amantes y conocedores de la música y le dieron todo el apoyo que necesitaba para su labor, incluso su propia pequeña orquesta.
Al ver que su situación era estable, Haydn se casó en 1760, pero el matrimonio no se entendía y nunca tuvo hijos. Por el contrario, tuvo una larga relación sentimental con una cantante de los Esterházy, con la que, según algunos biógrafos, tuvo uno o varios hijos.

Haydn en 1770 (Guttenbrunn)
Transcurrieron casi 30 años en los que Haydn trabajó en este cargo y en los que compuso un sinfín de obras. A lo largo de este tiempo su estilo fue desarrollándose y su popularidad fue creciendo. Llegó a componer tantas obras para su publicación como para los Esterházy, tan conocidas actualmente como sus “Sinfonías de París”, Nº 85 (The Queen) Parte 1 (Budapest Strings & B. Vonósok) que fueron compuestas en aquellos años. En 1781 Haydn estableció una estrecha amistad con Mozart, sobre cuyo trabajo había tenido alguna en los años anteriores. Sintió una gran admiración por Mozart y por la maestría con la que éste había escrito sus recientes óperas y conciertos. Mozart se esforzaba en componer música de cámara que estuviese, en su opinión, a la altura de la de Haydn, a quien dedicó unos cuartetos de cuerda.


En 1790 murió el patriarca de los Esterházy y su sucesor resultó ser un hombre sin interés por la música. Despidió a la orquesta y jubiló a Haydn. Por ello Haydn aceptó la oferta de un empresario musical alemán para viajar a Inglaterra y dirigir sus nuevas sinfonías con una gran orquesta. Su estancia en ese país fue un éxito, alcanzó fama y considerables ingresos. En Inglaterra compuso también algunas de sus obras más sobresalientes, como las Sinfonías de Londres, entre ellas, la Sinfonía nº 104 "Londres" (Antonio Pappano dir. & Orchestra dell'Accademia Nazionale di Santa Cecilia) y las Sinfonías Militares, el Cuarteto Reiter o el Rondó Gitano para trío con piano.

Casa de Haydn en Viena
Habiendo considerado quedarse en Inglaterra, Haydn finalmente volvió a Viena, donde se hizo construir una gran casa y decidió dedicarse a la composición de música sacra. A partir de 1802, una enfermedad que había sufrido anteriormente volvió a aparecer y se desarrolló hasta tal punto que el músico ya no era capaz de componer. Esto fue indudablemente muy duro para él ya que, como reconoció, en su mente las ideas de nuevas obras fluían con facilidad. A pesar de estar bien cuidado por sus sirvientes y no faltarle de nada, así como de tener amigos y ser un músico apreciado, Haydn debió pasar sus últimos años entristecido por no poder trabajar en su música.

Durante su enfermedad, a menudo se consolaba sentándose sólo al piano e interpretando “Gott erhalte Franz den Kaiser” (Ronald Brautigam), que fue compuesta por él mismo en 1797 como un gesto patriótico. Esta melodía fue posteriormente usada como los himnos nacionales de Austria y Alemania. En 1806 se hizo imprimir unas tarjetas para declinar las invitaciones que recibía con el siguiente texto: «Hin ist alle meine Kraft, alt und schwach bin ich» («Todas mis fuerzas se han ido, soy viejo y estoy cansado»), extraído de la canción “El viejo”, compuesta en 1796.

Haydn falleció el 31 de mayo de 1809 a los 77 años de edad, mientras Viena era atacada por las tropas de Napoleón Bonaparte. Entre sus últimas palabras se encuentra el intento por calmar y tranquilizar a sus sirvientes cuando un disparo de cañón cayó en el vecindario. «Mis niños, no tengáis miedo, donde está Haydn, no puede haber daño». Fue enterrado en el cementerio Hundsthurm en Gumpendorf, el suburbio de Viena en el que había vivido. Dos semanas después, el 15 de junio de 1809, tuvo lugar un servicio fúnebre en Schottenkirche en el que se interpretó el Réquiem de Mozart.

Estilo musical
El medio siglo de actividad creadora de Haydn coincide con una de las transformaciones más profundas que registra la historia de la música. Desde su primera composición, que data de 1750, hasta el oratorio "Las Estaciones", que cierra cronológicamente el catálogo de obras, en 1801, tiene lugar acontecimientos tan importantes como la muerte de Johann Sebastian Bach y el consecuente final de una época, la del contrapunto; el paso de la polifonía a la homofonía como expresión nueva del arte musical; Beethoven escribe su primera sinfonía y con ella impulsará el nacimiento de otro período trascendente de la música; las formas antiguas se verán sustituidas por el desarrollo de la sinfonía, de la sonata, del cuarteto de cuerdas, del concierto para solista; la práctica musical pasará del templo al ambiente palaciego y al escenario teatral. Poco a poco se irá imponiendo la individualidad del artista-músico, la idea poética será inspiradora de nuevos modelos musicales que requerirán otras técnicas más libres que reemplazarán a la rigidez de la creación tradicional. Haydn colaboró decisivamente a esta mutación con sus obras de cámara y sus sinfonías.

Cada una de sus obras representó un enriquecimiento del vocabulario musical y una mayor intensidad emotiva que se manifestaron a través de procedimientos técnicos nuevos. Sin embargo, debe convenirse que el talento musical de Haydn maduró lentamente, porque hasta los cuarenta años no produjo ninguna de las composiciones por las que hoy le admiramos. Pero si este desarrollo fue tardío, no dejó, en cambio, de potenciarse hasta el fin de la carrera del compositor. Las cualidades de elegancia, jovialidad y carácter amable que más a menudo se han destacado en la música de Haydn no deben impedirnos ver los aspectos más profundos y conmovedores que hay en muchas de sus obras sinfónicas y en sus cuartetos.

La música sinfónica
Dada la cantidad de sinfonías que escribió Haydn es imposible realizar un estudio individualizado en poco espacio, pero si comentar las características del estilo de las sinfonías que determinaron los períodos de creación del compositor. Las primeras - la colección se inició en 1759 - no están todavía estructuradas en los cuatro movimientos tradicionales, y en cuanto al carácter de éstos la diversidad es notable. Así encontramos sinfonías en tres movimientos que tienen introducciones lentas, como las números 6, 7, y 15, y en otros casos, como las números 21 y 22, Sinfonía 22 en Mi bemol mayor.1 Adagio (Mahler Chamber Orchestra, dir. Marc Minkowski), hallamos un Adagio que prácticamente es un movimiento entero, no una introducción. Sabemos que muchas de estas sinfonías fueron escritas para una ocasión determinada, y es lógico que Haydn tuvo en cuenta las posibilidades de los intérpretes a la hora de componerlas, asignando partes mas o menos difíciles que, en un estilo concertante a veces, no establece de una forma clara la diferencia entre la música de cámara y la sinfónica. Progresivamente la escritura de carácter solístico fue desapareciendo de las sinfonías haydianas.


Diversas de esas composiciones fueron bautizadas con nombres o títulos ajenos totalmente al compositor, pero los números 6, 7 y 8, denominadas “Le matin”, “Le midi” y “Le soir” Mov. 2 Parte 1. (Austro-Hungarian Haydn Orchestra & dir. Adam Fischer), respectivamente, ostentan estos nombre por indicación expresa del príncipe Esterházy. No faltan en las sinfonías que podríamos encuadrar en el período inicial la variedad de formas y de instrumentación.

Por otra parte, el frescor y la originalidad de algunas de sus obras sorprenden a quien sólo conozca las producciones de la última época de creación de Haydn. Este es el caso de la Sinfonía nº 31, (György Schweigert solo, Netherlands Radio Chamber Philarmonic) en cuya partitura el compositor demuestra su excepcional facilidad para el color orquestral. Al observador no podrá pasarle inadvertido el hecho de que en las sinfonías compuestas en los inicios de la década de 1770 se configuraron muchos movimientos en modo menor que expresan sentimientos tristes y estados de ánimo poco alegres.

Citemos la sinfonía 44, “Fúnebre” Parte 3. Adagio (Capella Istropolitana, dir. Barry Wordsworth), y la 49, “Passione” Final. Presto (Sinfónica de Galicia & Víctor Pablo Pérez) pero sin olvidar la más característica, la número 45, “La despedida” Mov. 1 Allegro Assai (Capella Istropolitana, dir. Barry Wordsworth) que, a pesar de la anécdota humorística que la define, tiene un fondo de absoluta seriedad. Ya en la producción de 1880 se advierten la experiencia acumulada por Haydn y los resultados de una evolución que la lleva a la concreción, a la sencillez y a la facilidad de desarrollo de los temas. La sinfonía numero 73, “La caza”, es un excelente ejemplo de esta técnica. La personalidad del sinfonista se afirma en el grupo de sinfonías llamadas "de París", es decir, las del numero 82 al 87.

Varias de ellas llevan nombres añadidos, con los cuales se han hecho populares; "El oso", la 82, por un pedal bajo a manera de danza; "La gallina", la 83, por la intervención cacareante del oboe; "La reina", la 85, sobre un tema que dícese fue el predilecto de María Antonieta. Estas sinfonías contienen un uso más libre y más acusado de cromatismo, al tiempo que muestran la admirable maestría del compositor:
Sinfonía n.º 82 en do mayor, "El Oso" (1786) (Ópera and Philharmonic European Art Centre, dir. Jerzy Maksymiuk).
Sinfonía n.º 83 en sol menor, «La gallina» (1785) (Heights Chamber Orchestra, dir. Eric Berken)
Sinfonía n.º 84 en mi bemol mayor, “In nomine Domini” IV. Finale Vivace (1786) (Süddeutsche Kammerphilharmonie & Günther Wich)
Sinfonía n.º 85 en si bemol mayor, La Reine («La Reina») (1785). Parte 2 (Budapest Strings & Budapesti Vonósok)
Sinfonía n.º 86 en re mayor (1786) (Simon Rattle)
Sinfonía n.º 87 en la mayor (1785) (Mozarteum Orch of Salzbourg)

El último período está esmaltado por una preciosa colección de obras que generalmente se enmarcan en el título "Londres". Son doce sinfonías (93-104) escritas durante las dos temporadas de residencia de Haydn en la capital británica. Siendo las más conocidas:
- Sinfonía n.º 93 en re mayor (1791) Mov 1 (Czech Philharmonic Orchestra, Ondřej Vrabec)
- Sinfonía n.º 94 en sol mayor, «La sorpresa» (1791)  (The Vienna Chamber Orchestra)
- Sinfonía n.º 95 en do menor (1791) Mov 1 (Sir Simon Rattle, dir · Berliner Philharmoniker)
- Sinfonía n.º 96 en re mayor, «El milagro» (1791) (Bernard Haitink, dir. & The London Symphony Orchestra)

- Sinfonía n.º 97 en do mayor (1792) Mov. 2 (Leslie Jones & The Little Orchestra of London)
- Sinfonía n.º 98 en si bemol mayor (1792) Mov. 4 (Christian Zacharias, dir. &Verbier Festival Chamber Orchestra)
- Sinfonía n.º 99 en mi bemol mayor (1793) (Berliner philharmoniker, dir. Simon Ratlte).
- Sinfonía n.º 100 en sol mayor, «Militar» (1793/94) (András Schiff, director · Berliner Philharmoniker)
- Sinfonía n.º 101 en re mayor, «El reloj» (1793/94), Andante (Capella Istropolitana & dir. Barry Wordsworth)
- Sinfonía n.º 102 en si bemol mayor (1794) Mov. 3 Minuetto (Capella Istropolitana, dir. Barry Wordsworth)
- Sinfonía n.º 103 en mi bemol mayor, «Redoble de timbal» (1795) (Pierre Boulez & The Chicago SO)
- Sinfonía n.º 104 en re mayor, «Londres» (1795) (Vienna Philharmonic Orchestra & Bernard Haitink)

En ellas consigue el autor un carácter majestuoso valiéndose de introducciones lentas a los movimientos iniciales, aspecto distinto al similar carácter de algunas sinfonías anteriores. Por supuesto, la materia musical es ahora mucho más sustanciosa. Haydn ha aumentado la orquestra y ha depurado todavía más la escritura instrumental. Ya los violonchelos no serán inseparables de los contrabajos, los instrumentos de viento participan elocuentemente en los movimientos lentos y los contrastes sonoros son más evidentes. La maestría de Haydn había llegado a su cénit y el desarrollo de la forma sinfónica había preparado el advenimiento de Beethoven.



Los conciertos
De los diversos conciertos que para diferentes instrumentos escribió Haydn - menos populares que sus sinfonías y cuartetos- el dedicado al Concierto de Violonchelo Nº 1 en re menor (Mstislav Rostropovich & Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española) es, no sólo el único que ha sobrevivido de los seis que compuso para el citado instrumento, sino uno de los más bellos de toda la literatura violonchelística. Durante años se creyó que la obra no era de Haydn, sino de Karft, violoncelista de la orquestra de Esterházy. Los musicólogos parece que se pusieron de acuerdo, por fin, en restituir la paternidad de Haydn, dado que ninguna de las composiciones de Karft presenta un acabado tan perfecto y una calidad de inspiración tan espontánea. También entre los conciertos para clave y orquestra puede diferenciarse uno, el clasificado como opus 21, en re mayor Parte 2 (Sviatoslav Richter piano, Minsk Chamber Orchestra), que fue el último de los que escribió y el mejor, con una música elegante y refinada.

Las sonatas para piano
Desde 1760 hasta 1794, Haydn escribió cuarenta y nueve sonatas para clavicordio, clave o piano, según las épocas. En las destinadas al último de estos instrumentos el compositor determina " per il forte piano". Las primeras tienen un carácter sencillo y optimista, con un cierto aire de galantería. Predominan los tres movimientos, con un minueto que puede estar colocado en el segundo o en el tercer lugar. No es difícil advertir la influencia que en la composición es estas sonatas ejerció el hijo de Bach, Emanuel, influencia que nunca dejó de recordar el propio Haydn. Como en el caso de las sinfonías, las sonatas que fueron escritas después de 1770 reflejan una seriedad y complejidad que corresponden a este período de evolución artística que se conoce como "Sturm Und Drang". Todavía un aspecto dramático será evidente en las sonatas de 1776, pero en las cuatro últimas el pensamiento musical es mucho más profundo y el aspecto técnico tiene dificultades de ejecución que representan una difícil prueba.

El propio Haydn decía de la número 49. Allegro (Sviatoslav Richter); Adagio y cantabile (Glenn Gould) que era "más bien difícil, pero llena de sentimientos". En estas obras los desarrollos son más complejos y la variedad armónica tan admirable como los distintos timbres que el autor obtiene de los registros del instrumento. En la número 52 esta riqueza armónica llega a ser sorprendente en muchos pasajes, como en casi todo el Adagio (Eunice Norton), penetrado de un cierto aire romántico, carácter que también se nota en la sonata anterior, la número 51, en mi bemol mayor (Glenn Gould) y en la nº 62, también en mi bemol mayor. Adagio (Glenn Gould).

Los cuartetos de cuerda
Pensados más para el placer de los intérpretes que para deleite de los oyentes, los cuartetos para cuerdas de Haydn, al menos los que inician esta serie, están estructurados en la forma que fue típica del divertimento, es decir, cinco movimientos, con el segundo y cuarto en forma de minueto.

6 Cuartetos de cuerda Opus 1: Nos. 1, 2 y 3 (The Aeolian String Quartet)
6 Cuartetos de cuerda Opus 2 : Nos. 1 y 2 (The Aeolian String Quartet)
6 Cuartetos de cuerda Opus 3 ("Espurios") (The Léner String Quartet) : Las obras que integran las opus 1, 2 y 3 tienen bastantes aspectos similares, la sencillez, la dependencia de la viola del bajo y el cantabile casi siempre a cargo del violín. La opus 3 sin embargo, se aleja ya de los cinco movimientos y se condensa en los cuatro que serían tradicionales.
• 6 Cuartetos de cuerda Opus 9 (1771) (The Aeolian String Quartet): En los cuartetos opus 9, no sólo es el primer violín el que participa en misiones de importancia, sino que se incorporan a las mismas los otros tres instrumentos. El propio Haydn fue consciente de que su estilo se definió a partir de este opus, porque su deseo era que la lista de sus cuartetos empezara precisamente por éste.

 6 Cuartetos de cuerda Opus 17 (1771) (Buchberger Quartet).
• 6 Cuartetos de cuerda Opus 20, "El sol" (1772): Entre 1771 y 1772 surgieron los cuartetos opus 17 y 20, continuadores de la línea iniciada y demostrativos del equilibrio en la distribución de las cuatro y partes que había alcanzado el compositor. El aspecto expresivo es mucho más amplio y la escritura contrapuntística será cada vez más refinada, dentro de una libertad de acción instrumental que se aparta del concepto estricto de la polifonía. Cuarteto opus 20 Nº 5. Moderato (Jerusalem Quartet)
• 6 Cuartetos Opus 33, "rusos" (1781): Haydn se refirió a otra serie de cuartetos, opus 33, No. 29 en Sol mayor, Op. 33, No. 5, II. Largo e Cantabile (Kodály Quartet), los cuales fueron escritos en una manera enteramente nueva y muy especial. Conviene aclarar que la novedad no significaba de ninguna manera una revolución, sino la afirmación del último período de creación de Haydn, en el que apreciamos, como en el curso de la aparición de las sinfonías, la mayor soltura del compositor en el dominio de desarrollo temático


1 Cuarteto de cuerda Opus 42 (1785) Nº 1. Andante e innocentemente (Buchberger Quartet).
• 6 Cuartetos de cuerda Opus 50, "prusianos" (1787): Cuarteto opus 50 Nº 5, "Dream" (Federico Agostini & Yosuke Kawasaki - Violin, James Creitz - Viola, Sadao Harada - Violoncello)
• 1 Cuarteto de cuerda Opus 51 (1787)

• 6 Cuartetos de cuerda Opus 54, 55; Cuartetos "Tost", series I y II (1788): Cuarteto Opus 54, Nº 2, II. Adagio (Szymanowski Quartet)
• 6 Cuartetos de cuerda Opus 64; Cuartetos "Tost", serie III (1790):
El Cuarteto de cuerda en Si menor, Op. 64 “Lark” nº 2 tiene un sublime Adagio cantabile en Si mayor, en 3/4 (The Royal Philharmonic Chamber Ensemblees) un tema con tres variaciones, pero el tema y las variaciones son tales que se tiene la impresión de una melodía perpetua, o de un número de variaciones claramente mayor: de esta ambigüedad resulta en buena medida el efecto producido por la música.
• 6 Cuartetos de cuerda Opus 71, 74; Cuartetos "Apponyi"[1] (1793):
Cuarteto opus 71 Nº 2 (Simon Standage - Violin, Catherine Martin - Violin, Adam Romer - Viola, Andrew Skidmore - Cello)

• 6 Cuartetos de cuerda Opus 76, Cuartetos "Erdödy" (1796-1797):
El Cuarteto de cuerda en Si bemol mayor, Op.76 nº 4 'Amanecer' I. Allegro con spirito (Quatuor mosaiques), debe su nombre a sus primeros compases, uno de los más extraordinarios comienzos de todo el repertorio camerístico: su concepción del tiempo es casi schubertiana.
El segundo movimiento (de un total de cuatro) del cuarteto de cuerda op. 76 nº 3, obra también conocida como “Cuarteto del emperador” (Kodaly Quartet) es la melodía que más tarde se convertiría en el himno, "Gott erhalte Franz den Kaiser" (Dios proteja al Emperador Francisco). El movimiento consiste en la presentación del tema más cuatro variaciones. Este movimiento adopta un carácter solemne, acentuado en este caso por el tempo poco adagio e cantabile.
• 2 Cuartetos de cuerda Opus 77, Cuartetos "Lobkowitz" (1799): Cuarteto Opus 77 nº 1. 1/4 Allegro moderato2/4 Adagio3/4 Menuet Presto4/4 Finale Presto (The Signum Quartett)
• 1 Cuarteto de cuerda Opus 103 (1803): Fue el último cuarteto de cuerdas compuesto por Haydn. Andante (Aeolian string quartet)

Obra vocal
La obra vocal de J. Haydn es importantísima. A excepción de “Armida” (1783) (Cecilia Bartoli, Christoph Prégardien, Patricia Petibon, Oliver Widmer, Scot Weir, Markus Schäfer; dir: Nikolaus Harnoncourt & Concentus Musicus Wien), las óperas de J. Haydn no son muy conocidas. Entre 1766 y 1783 compuso nueve óperas, como “La canterina” (1766), “Lo speziale” (1768), “L'incontro improvviso” (1775), “La fedeltà premiata” (1780) y “Orlando paladino” (1782). Dentro de su producción vocal, también son poco conocidas sus misas, un Stabat Mater – “Dolorosa” (Warsaw Boys Choir) de 1767 y la cantata “Ariadna auf Naxos” (Cecilia Bartoli, soprano).
Sin embargo son relevantes los dos famosos oratorios: La creación (1798) y Las estaciones (1801).
“La Creación” (Riccardo Muti & Vienna State Opera Chorus & Vienna Philharmonic Orchestra)
“Las estaciones”  (La primavera) (Choir of the Flemish Opera & La Petite Bande; dir. Sigiswald Kuijken Krisztina; Laki, soprano; Helmut Wildhaber, tenor; Peter Lika bass).
Joseph Haydn fue un compositor admirado tanto por W. A. Mozart como L. V. Beethoven, y más tarde por Brahms y numerosos compositores de los siglos XIX y XX, como el inglés George Benjamin (1960-), quien compuso en 1982 “Meditation on Haydn’s name” para piano y con motivo del 250 aniversario del nacimiento del compositor austriaco.


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Johann Sebastian Bach


Johann Sebastian Bach, compositor alemán, es probablemente junto con Mozart, el caso más portentoso de genialidad, fecundidad y musicalidad de toda la historia de la música.
Nació en Eisenach, Turingia, el 31 de marzo de 1685 y perteneció a una familia cuyos miembros parecieron haber sido investidos por la naturaleza con el don especial de una musicalidad fuera de lo común. Setecientos años de genios creadores casi ininterrumpidos la avalan, alcanzando en Johann Sebastian la máxima expresión creadora. Durante siete generaciones la familia Bach dio origen, al menos, a 52 músicos de importancia, desde Veit Bach (?-1577) hasta Regine Susanna Bach (1742-1809).

Johann Ambrosius Bach
Johann Sebastian recibió sus primeras lecciones musicales de su padre, Johann Ambrosius, que era músico de la ciudad. A la muerte de su padre, se fue a vivir y estudiar con su hermano mayor, Johann Christoph, por entonces organista de Ohrdruf, quien se hizo cargo de su educación y lo inició en el clavecín, órgano y composición, y lo matriculó en el Instituto (donde estudió latín, griego y teología luterana) terminando los estudios dos años antes de lo que entonces se consideraba la edad normal. Tenía un don natural para tocar instrumentos, y de muy joven ya tocaba violín, viola, espineta, clavicordio, címbalo, viola pomposa (instrumento de cinco cuerdas, intermedio entre el violín y el violoncello, que él mismo inventó con diecisiete años) y, sobre todo, el órgano, su instrumento favorito.

Por tener una bellísima voz de tiple fue admitido en el coro de la iglesia de Ohrdruf, cobrando por ello y ayudando económicamente a su hermano. Johann Sebastian Bach viajó por Europa durante el siglo XVIII trabajando como organista y compositor del período barroco, aunque también tocaba el clavicémbalo y el violín, al servicio de la iglesia y de la realeza.

Leipzig en 1735
Sin embargo, en Köthen, la residencia en Sajonia donde Bach alcanzó su más alto estatus social en su condición de maestro de capilla de la corte, pudo vivir y crear sobre terreno fértil, desde 1717 hasta 1723, muchas de sus obras instrumentales.
Decidió convertirse en el sucesor de Johann Kuhnau, fallecido en 1722, como chantre en la iglesia de santo Tomás de Leipzig. A pesar de las fastidiosas riñas con el limitado consejero de la ciudad de Leipzig, Bach permaneció allí hasta el final de su vida, y en este tiempo fue el responsable de la música eclesiástica y del collegium Musicum de la universidad, que había sido fundado por su amigo Telemann. Johann Sebastian Bach muere en julio de 1750 a los 65 años.

Presunto retrato de Bach de 1715
SU OBRA, SU ESTILO
En la época de Bach, el contrapunto iba perdiendo cada día más adeptos, mientras en distintos puntos de Europa surgían escuelas musicales de nuevo cuño, que prescindiendo del estilo severo, al menos en las composiciones profanas, en las composiciones religiosas imitaban las modas de la ópera trasladándolas al ámbito eclesiástico.
No se debe deducir que Bach se limitara a seguir sin criterio las normas de la composición contrapuntística, pues según algunos biógrafos, si Bach se hubiese presentado a un examen académico de Fuga lo habría suspendido, o al menos aprobado con menor brillantez de la que corresponde a su prestigio. (Pau Casals - Master class - Bach Suite. ¿Existía realmente el staccato en tiempos de Bach?


Sus conocimientos abarcan mundos de sabiduría insospechados en su tiempo, y su técnica compositiva no estaba al alcance de cualquiera, por lo que fue marginada en su época. El triunfo del estilo brillante y superficial de la Escuela de Mannhein y la Escuela de Viena motivaron que la música de Bach desapareciera del mundo musical alemán rápidamente; de hecho, al año de su muerte el compositor ya casi había sido olvidado.

Y es preciso señalar que Bach no se consideraba a sí mismo un artista, sino un “artesano”, un trabajador de su oficio. Pese a que tras la muerte del maestro su música, considerada en exceso intelectual, cayó en un relativo olvido, compositores de la talla de Mozart o Beethoven siempre reconocieron su valor. Recuperada por la generación romántica, desde entonces la obra de Johann Sebastian Bach ocupa un puesto de privilegio en el repertorio. La razón es sencilla: al magisterio que convierte sus composiciones en un modelo imperecedero de perfección técnica, se une una expresividad que las hace siempre actuales.

Posible retrato de Bach de 1750
La influencia de Bach sobre los compositores posteriores se basa en tres grandes pilares de los que el músico barroco puede considerarse como un auténtico maestro: la ornamentación, la fuga y la variación. En toda su obra, los ornamentos están presentes en forma de notas de adorno, apoyaturas, grupitos o trinos y todos los grandes compositores (Haydn, Mozart, Beethoven, Chopìn) los han utilizado basándose en ellos.
Después de Bach, la fuga casi desaparece durante el siglo XVIII a favor de la sonata, entonces triunfante. Sin embargo, aunque el temperamento de otro genio como Mozart casi se prestaba para cultivar este genero, compuso alguna fuga para clave, además de un final fugado para pequeña orquesta, que figura en su galimatías musical compuesta a los 12 años, y la mas famosa, la del Kyrie de su esplendoroso Réquiem.
Bach fue el primer minimalista de la historia: motivos muy cortos, de tan solo cuatro notas que a veces se repiten, se entrecruzan, se multiplican o cambian de armonía. Bach, además, construyó el "tema con variaciones”, género adaptado por muchos compositores. Después de las Treinta variaciones sobre un aria en sol (Variaciones Goldberg) figuran las Variaciones para clave de Händel, los Andante con variaciones de Mozart y de Beethoven y los Estudios Sinfónicos en forma de variaciones de Schumann.


Obra instrumental de J. S. Bach
Son 494 las obras que se conservan escritas por Bach para distintos instrumentos. Como ya se ha comentado, el compositor abarcó todos los géneros musicales, por lo que su obra instrumental se compone de cánones, sinfonías y suites orquestales, conciertos para instrumentos solistas y orquesta, sonatas para instrumentos solistas o con bajo continuo, o para trío, suites y partitas para instrumento solo, fugas, obras teóricas especulativas, preludios, tocatas, fantasías, ejercicios para pedal de órgano, pasacalles, canciones, arias, pastorales, corales, dúos, invenciones o caprichos.

No hubo nada que escapara a la curiosidad y el afán de compilar y ordenar que caracterizaban al maestro de Leipzig. Toda la música instrumental, excepto los corales para órgano, es profana, y mucha de ella, especialmente, la destinada al teclado, de carácter didáctico, como El clave bien temperado BWV 846-893 y la serie de las suites inglesas-francesas y partitas compuestas por Bach para enseñar el arte de la composición a su hijo Wilhelm Friedemann Bach.

Obra para teclado
La obra de Bach para teclado es quizá la parte más extensa de su producción. En el Barroco, el clavecín era el instrumento de teclado por excelencia, y Bach le destinó una gran cantidad de obras entre las que hay algunas de gran importancia en la historia del instrumento, como las Variaciones Goldberg (BWV 988), considerada la obra de clave más difícil de interpretar del barroco. También son cruciales obras como El clave bien temperado (BWV 846-893), las partitas (BWV 825-830) y el Concierto italiano (BWV 971), obras todas de su madurez y cumbre de la literatura para teclado hasta ese momento. Éstas son sus principales obras para teclado:

15 invenciones, BWV 772 a 786 - BWV 772 - 776  (Glenn Gould, piano)
15 sinfonías, BWV 787 a 801  (Andreas Schiff, piano)
4 duetos para teclado, BWV 802 a 805  (Angela Hewitt, piano)
6 suites inglesas BWV 806 a 811 - Suite Nº 2 (Ivo Pogorelich)
6 suites francesas BWV 812 a 817 - Suite nº 4 BWV 815a (Sviatoslav Richter) - Suite nº 6 BWV 816 (Sviatoslav Richter)
6 partitas BWV 825 a 830 - Partita BWV 828 - Gigue (Glenn Gould)
• Obertura francesa BWV 831 (Sviatoslav Richter)
• Preludio y partita BWV 833 (Michele Barti)

3 minuetos BWV 841 a 843 - BWV 841-843 Minueto en sol mayor (E. Petri)
El clave bien temperado, libro I, BWV 846 a 869 - BWV 846, 847, 848, 849, 850, 851 (Sviatoslav Richter)
El clave bien temperado, libro II, BWV 870 a 893 - BWV 878, libro II. Fuga en Mi menor (Glenn Gould)
9 preludios y fugas BWV 894 a 902 - Preludio y fuga en La menor BWV 894 (Maria Perrotta)
6 fantasías y fugas BWV 904 a 909  - Fantasía y fuga BWV 904 (Samuel Feinberg)
7 tocatas BWV 910 a 916 - Tocata en sol mayor BWV 916 (Sviatoslav Richter)
Concierto italiano BWV 971 1/2, 2/2 (Glenn Gould)
Variaciones Goldberg BWV 988  - Nº 2 (Glenn Gould) - Nºs 8- 14 (Glenn Gould)



Obra para órgano
La clasificación de la obra de Bach para órgano no es tarea fácil, por cuanto, en principio, no está clara la división entre la obra para órgano y la obra para teclado.

Bach compuso la mayor parte de su música para órgano entre 1700 y 1717, cuando trabajaba como organista en Mühlhausen y Weimar, y supone un aporte crucial a los avances técnicos e interpretativos de este instrumento. El autor explotó al límite sus capacidades, haciendo sonidos y efectos nunca vistos, investigando y mejorando los recursos, la ejecución, y llevando al cénit las posibilidades que podría ofrecer el instrumento en aquel entonces. Estas son las obras principales que Bach compuso para el que se ha dado en llamar el instrumento rey, pero no constituyen la totalidad de su producción.

Seis sonatas, BWV 525 a 530 - Sonata en Do menor (Kay Johannsen)
29 preludios y fugas, BWV 531 a 551 - Preludio en Do mayor BWV 531 (Andrea Marcon
Piezas varias, BWV 561 a 591 - Tocatta en do mayor BWV 564 (Jacqueline du Pré)


Música de cámara y orquestal
Bach compuso la mayor parte de sus obras de cámara y orquestales entre 1717 y 1723, durante su estancia en Köthen, y después entre 1735 y 1747, cuando era director de música del Café Zimmermann en Leipzig. La obra de cámara no es muy extensa, pero la producción de Bach para orquesta nos ha dejado algunas de las piezas más importantes de la historia de la música instrumental, como sus Conciertos de Brandenburgo .

Conciertos de Brandenburgo
- Concierto nº 1 BWV 1046 (Wiener Philharmoniker & Jascha Horenstein)
- Concierto nº 2 BWV 1047  (Südwest-Studioorchester & Herbert Münchner)
- Concierto nº 3 BWV 1048 (Freiburg Baroque Orchestra)
- Concierto nº 4 BWV 1049
- Concierto nº 5 BWV 1050
- Concierto nº 6 BWV 1051 (Orquesta Mozart, dir. Claudio Abbado)

Concerto No 5 en Fa Menor BWV 1056 Presto (Die Deutsche Kammerphilharmonie Bremen & David Fray)
Sonatas para violín y clave BWV 1014 a 1023 - Sonata 1017. Largo. (Menuhim, violín, Glenn Gould, piano)

Sonatas para viola de gamba y clave BWV 1027 a 1029 - BWV 1027 (Leonard Rose, Cello & Glenn Gould, Piano)
• Sonatas para flauta y clave BWV 1030 a 1035 - BWV 1030 (Milos Jurkovic, Flute & Zuzana Ruzickova, Harpsichord)
Conciertos para violín y orquesta BWV 1041 a 1043 - Doble concierto BWV 1043 (Itzhak Perlman y Isaac Stern)
Concierto para flauta, violín, clave, cuerdas y continuo BWV 1044 - Mov 1 AllegroMov 2 AdagioMov 3 Tempo di Allabreve  (Jeanne Lamon & Tafelmusik Baroque Orchestra).
Cánones BWV 1042 a 1078 y BWV 1086
Fuge BWV 1080 "Contrapunctus I" (Hespèrion XX & Jordi Savall, viola da gamba)

Suites para orquesta BWV 1066 a 1069
- Suite No.2 en Si menor BWV 1067 Parte 1. Parte 2. (Café Zimmermann Ensemble)
- Suite Nº 3 en Re mayor BWV 1068 “Air” (Ton Koopman - The Amsterdam Baroque Orchestra)
- Suite No.4 en Re mayor, BWV 1069 Parte 1Parte 2 (Le Concert des Nations La Capella Reial de Catalunya & dir. Jordi Savall)
14 cánones BWV 1087
Sonatas para violín solo, BWV 1001, 1003 y 1005
- Sonata nº 1 BWV 1001 Allegro (Itzhak Perlman)
- Sonata nº 1 BWV 1001 Adagio (transcripción Guitarra) (Nicholas Goluses)
Partitas para violín solo, BWV 1002, 1004 y 1006

Obra para cuerda
En 1720, Bach escribió sus sonatas y partitas para violín solo, cuya polifonía refinada, técnica y virtuosismo componen pasajes inigualables, como la célebre Chacona de la partita nº 2.

El violonchelo abarca muchas facetas de la obra de Bach, ante todo en calidad de acompañante. La única aportación a este instrumento como solista, y una de sus obras instrumentales más destacadas y conmovedoras, son las suites que escribió en Köthen en 1722. El preludio de la suite n.º 1, BWV 1007 se ha convertido en una de las piezas más conocidas de este inmortal compositor.
Seis suites para violoncello solo, BWV 1007 a 1012
- BWV 1007. Suite nº 1 (Mstislav Rostropovich, cello)
- BWV 1008. Suite nº 2 (Jacqqueline Du Pré)
- BWV 1011. Suite nº 5 (Mischa Maisky)
- BWV 1012. Suite nº 6 Gavota y Giga  (Mstislav Rostropovich)

Otros instrumentos solistas
Además de para los instrumentos mencionados, Bach compuso algunas obras para laúd y flauta solos, entre las que destacan: 
• Suite para Laúd BWV 996 (Juliam Bream)

Música vocal
La música vocal de Bach, que ha llegado intacta, se manifiesta en 525 obras, aunque sólo se han conservado 482 completas. La componen:

224 cantatas: - Cantata BWV 30 aria "Freue dich, erlöste Schar", V. Aria: "Kommt, ihr angefocht'nen Sünder" (Magdalena Kozená, Marek Stryncl & Musica Florea) - Cantata BWV 140 (Tenor: Peter Schreier Orchestra: Munich Bach Choir, Munich Bach Orchestra, Dir: Karl Richter) - Cantata BWV 146-7 "Herz und Mund und Tat und Leben", Choral "Jesus bleibet meine Freude" (Heinrich-Schutz Chor Tokyo & dir.Yumiko Tanno) - Cantata BWV199 - Aria “Stumme Seufzer” (John Eliot Gardiner, English Baroque Soloists and Orchestra, Soprano: Magdalena Kozená) - Cantata BWV 209, Aria "Ricetti gramezza e pavento", (Magdalena Kozena, soprano) - Cantata BWV 211"Coffee", Parte I, Parte II (Academy of Ancient Music, Christopher Hogwood, David Thomas & Emma Kirkby)
Oratorio de Navidad BWV248 - Mov 1 - Mov 2-5 - Mov 6-9  (Concentus Musicus Wien & the Arnold Schoenberg Chor)
10 misas - Misa en si menor (English Baroque Soloists)


Pasiones:
- Pasión según San Mateo BWV 245 Nº 9-11 "Du lieber Heiland/ Buss und Reu", Nº 16-17 "Ich bin's ich sollte bussen", Nº 18-24 "Wiewohl mein Herz in Tränen schwimmt", Nº 47 "Erbarme Dich mein Gott" (Wiener Singakademie & Wiener Sängerknaben, dir. Hans Gillesberger).
- Pasión de San Lucas BWV 246 (Gerhard Rehm & Balinger Kantorei; Kammerorchester Collegium Musicum Tübingen)

Magníficat (BWV 243)
A diferencia de las cantatas, la base del Magnificat es un texto de la Biblia (Lucas 1, 46-55) que no va ligado al año eclesiástico y se interpretaba precediendo a las misas de las grandes festividades, y por ese motivo tiene una extensión menor que las cantatas: 1. Magnificat anima mea 2. Et exsultavit 5. Quia fecit mihi magna 6. Et misericordia 7. Fecit potentiam 8. Deposuit potentes 9. Esurientes implevit bonis 10. Suscepit Israel 11. Sicut locutus est (Nikolaus Harnoncourt dir. & Arnold Schoemberg Chorus.

Bach en el cine
“Las variaciones Goldberg” se han utilizado mucho en películas como 'El hombre terminal' (1974), 'El paciente inglés', 'La última fortaleza', 'Solaris' (la de George Clooney), 'The Last Dive' y 'Hannibal'.

Una gran mayoría de directores han escogido la Tocata BWV 565” para causar impresión en el espectador y sin duda las primeras notas de ese órgano lo consiguen: Nos están juzgando. Lo que pocos saben es que el impacto terrorífico se va diluyendo a medida que transcurre la pieza. Señalemos las siguientes películas: 'Condenados de ultratumba', 'Dr Jekyll y Mr Hyde' (1941), 'El teléfono del infierno' (1989), 'El crepúsculo de los dioses' (1950), 'El cuervo' (1935).
La Cantata BWV 147, Coral Jesu bleibet meine Freude” aparece en películas como: 'La sonrisa de Mona Lisa' (2003), 'Los padres de ella' (2000), 'Más que un recuerdo'. (1988), 'Mientras haya hombres' (2001) y 'Minority Report' (2002).
El “Concierto para 4 claves y cuerdas en la menor, BWV 1065” en 'Las amistades peligrosas'
El Preludio Cello Suite No. 1 en sol mayor en 'Master and Commander'. Air suite nº 3 en Re mayor en 'Flashback' y La pasión de San Mateo en 'Sacrificio' de Andrè Tarkovsky.

Estatua de Bach en Leipzig


CITAS


«Al oír la música de Bach tengo la sensación de que la eterna armonía habla consigo misma, como debe haber sucedido en el seno de Dios poco antes de la creación del mundo» (Johann Wolfgang Goethe)

«Solamente hay un músico de quien los demás podríamos aprender algo nuevo: Johann Sebastian Bach» (Robert Schumann)

«Esta semana he ido a escuchar tres veces la Pasión según san Mateo del divino Bach, y en cada una de ellas con el mismo sentimiento de máxima admiración. Una persona que -como yo- ha olvidado completamente el cristianismo no puede evitar oírla como si se tratase de uno de los evangelios» (Friedrich Nietzsche)

«La música le debe tanto [a Bach] como la religión a su fundador» (Robert Schumann)

«Es el amado Dios de la música, a quien todos los compositores deberían elevar una oración antes de ponerse a trabajar» (Claude Debussy)

«El principio y el fin de toda la música» (Max Reger)
«¡No es un arroyo sino un Océano!» [La palabra Bach, en alemán, significa arroyo] (Ludwig van Beethoven)
«Lo que Newton fue como científico, Bach lo fue como músico» (C. F. Daniel Schubart, S. XVIII)
«La chacona BWV 1004 es en mi opinión una de las más maravillosas y misteriosas obras de la historia de la música. Adaptando la técnica a un pequeño instrumento, un hombre describe un completo mundo con los pensamientos más profundos y los sentimientos más poderosos. Si yo pudiese imaginarme a mí mismo escribiendo, o incluso concibiendo tal obra, estoy seguro de que la excitación extrema y la tensión emocional me volverían loco» (Johannes Brahms, en una carta a Clara Schumann)
«Es un artista extraordinario en el órgano y clavicémbalo, y no he dado con ningún músico que haya podido rivalizar con él» (A. Scheibe, 1737)
«Todo ocurre en Bach” (Anton Webern, 1933)
«La figura de Bach es central en la historia de la música, o dicho de otro modo, Bach es el epicentro de la música occidental» (Antoni Ros-Marbà, 2000)