22 marzo 2012

LP 'Bringing It All Back Home'


El 22 de marzo de 1965 se publicó en EEUU 'Bringing it all back home', el quinto álbum de Bob Dylan. Quien pensó que el giro que dio Dylan con su trabajo anterior 'Another Side of Bob Dylan' fue algo definitivo en su nuevo posicionamiento musical, pronto se vio sumido en la decepción y confusión. Con su nuevo álbum, Dylan revienta las fronteras del folk e inicia una trilogía de magníficas obras, cuya influencia en la música rock y pop fue más que importante, crucial.

Con este trabajo Dylan se convierte en una mega-estrella de su tiempo, sólo comparable a los Beatles, para entonces elevados ya a categoría de iconos. Las comparaciones con el presente son difíciles, ya que hoy el culto a las estrellas tiene unas connotaciones diferentes a las de los años sesenta y está mucho más prefabricado a través de maniobras de marketing. Pero sin temor a exagerar: no existe en la historia de la música popular un solo músico que haya influido individualmente tanto como Dylan en éste fructífero período.

Dylan y Tom Wilson
En enero de 1965 se empezaron a grabar las dieciocho nuevas canciones para el primer álbum de la historia de folk-rock. El productor Tom Wilson había recorrido los Estados Unidos de costa a costa, buscando a los mejores instrumentistas de rock que encajaran en la estructura musical de las canciones de Dylan. Las complicacines empezaron el primer día. Ciertos temas del álbum debían llevar un ritmo lento, y los músicos contratados no estaban acostumbrados a acompañar este tipo de canciones. Dylan tocaba solo, una y otra vez, tratando de mostrarles cómo quería que se grabaran las composiciones.

Los guitarristas estaban inmersos en un proceso de creación. Nunca antes se había intentado hacer lo que se estaba haciendo en aquel estudio aquel día. Cuando uno de los temas, 'Maggie's Farm', se grabó, todos se quedaron asombrados de lo que habían hecho. La mayor parte de las canciones hubieron de ser ensayadas más de cinco veces, pero los problemas se iban solucionando y Dylan se sentía satisfecho. Se estaba creando un nuevo sonido y una nueva forma de hacer música. Conforme las canciones se iban completando, músicos de otros estudios se acercaban a escuchar. Había que cambiar acordes, repetir solos, modificar frases, y conjuntarlo todo posteriormente. Cuando una canción salía bien, todo el mundo bebía y saltaba como si celebraran una fiesta excepcional.


Al editarse, el álbum se dividió en dos partes. La cara A contenía los temas 'eléctricos' y la cara B los 'acústicos', que ésta vez, desmarcándose del estilo canción-protesta de sus anteriores trabajos como 'Blowin' in the wind' y 'A hard rain's a-gonna fall', tocaba en sus letras temas más abstractos y personales.
La portada está plagada de decenas de signos que tendrían horas ocupados a los dylanólogos: el gato azul, el vestido rojo que lleva Sally, la mujer de Albert Grossman, el manager de Bob (La sesión fotográfica, realizada por Daniel Kramer se realizó en la casa de Grossman y durante la misma, Dylan conoció a una íntima amiga de Sally Grossman, Sara, futura mujer de Bob), el búnker y los discos de Robert Johnson, The Impressions, Lord Buckley... la portada de Time etc.

El primer tema, 'Subterranean Homesick Blues' es un sabio chorro de fraseos espetados describiendo imágenes absurdas inconexas basado en el 'Too much monkey business' de Chuck Berry. Lírica surrealista que habla sobre un mundo roto reflejado en una absurda paranoia anfetamínica, que algunos han querido señalar como antesala del 'rap'.
'She belongs to me' es una anti-canción de amor dedicado a una dama, cuyas virtudes y capacidades parecen casi sobrenaturales y aún así se ve degradada a simple posesión del cantante. La mayoría vio como destinataria a Joan Baez, incluso Brigitte Bardot, que tenía fascinado a Bob, aunque Dylan manifestó que la dama mencionada era la hija del farmacéutico de Woodstock.  

'Maggie's farm' es una declaración de independencia ante el movimiento de protesta folk. El protagonista ya no quiere trabajar más en la granja de Maggie, donde sólo pretenden hacer un mono de feria de él. Dos son las fuentes de inspiración de Dylan: por un lado la canción folk tradicional 'Penny's Farm' y por otro, la granja Greenwood de Silas Magee de Mississsippi, donde Dylan interpretó 'Only a pawn in their game' (Sólo un peón en su juego), durante una manifestación a favor de los derechos civiles en julio de 1963. Dylan se considera el peón y el opresor es el mundillo folk. Durante la larga temporada en Inglaterra en la que gobernó Margaret Thatcher, 'Maggie's Farm' se hizo muy popular entre los intelectuales de izquierda británicos. 'Love minus zero/ no limit' es la  otra gran canción de amor del álbum, sin aparente doble fondo, una meditación zen sobre el amor con imágenes de la poesía de Poe. 'Outlaw blues' es un country-blues desenfadado sin pretensiones, 'just for fun'. Dylan ya lo advierte en la cuarta estrofa: "No me preguntéis, o sabréis la cruda verdad", lo que  no impedirá a los exégetas de Dylan tomar esta ironía de Bob como un nuevo y misterioso mensaje oculto. 'On the road again' es un poderoso blues-rock de nuevo lleno de imágenes absurdas e inconexas, que en su día fue descrito por la crítica como 'puro ruido', y que gustosamente hubieran firmado los Rolling Stones. 'Bob Dylan's 115th dream' es una disparatada historia del descubrimiento de América en la que Dylan mezcla elementos de Moby Dick y secuencias de Hollywood con todo tipo de ocurrencias para hilvanar una historia que resulta ser un sueño del que se despierta con la misma carcajada con la que empieza el tema: Al comienzo de una toma falsa se oye la risa histérica del productor Tom Wilson, toma que se mantuvo en la grabación final. Dylan incluso pretendió que Wilson cobrara por ello...

'Mr Tambourine Man' es, junto con 'Blowin' in the wind' y 'Like a Rolling Stone' una de sus canciones más famosas y, al mismo tiempo, un tema clave de la historia del pop. Dylan ya lo había tocado numerosas veces en directo y los Byrds hicieron una versión aplicándole unos cambios, como cambiándola de tono (pasó de Fa a Re) y recortando la letra (con el permiso de Bob) para que encajara en la estructura pop de dos minutos por canción, típica de los hit parades de la época. Fue un éxito mundial. Dylan al oírla, exclamó: "¡Si hasta se puede bailar!". Los que querían buscar mensajes entre líneas se pusieron las botas en esta ocasión.

Un misterioso hombre con una pandereta nos muestra el camino hacia un mundo mágico e irreal. Pronto le cae al tema la etiqueta de 'canción de drogas' y aunque Dylan niega repetidamente ese contexto, es la perfecta descripción de un viaje alucinógeno. 'Gates of Eden' en cambio, nos pinta un mundo triste y gris, un escenario del universo de Dante en el que sólo brilla la luz en la puertas del Edén. Pero Dylan tampoco nos cuenta dónde están las famosas puertas, aunque se puede interpretar que el Edén está en uno mismo y que todo otro paraíso es un espejismo. 'It's alright ma i'm only bleeding' contiene algunas de la imágenes líricas de Dylan más memorables. Es una de sus favoritas y la ha interpretado en numerosas ocasiones en directo. Su frase "But even the president of the United States sometimes must have to stand naked." (Hasta el presidente de EE.UU. aparece a veces con el culo al aire) arrancaba miles de aplausos cuando la cantaba en los shows tras el escándalo Watergate de Nixon. Finalmente, 'It's all over now baby blue', en la que Bob no se despide de una amante o de una pareja, sino de los antiguos fans de su primera época, ya que intuye que muchos de ellos no le seguirán sin más por el nuevo camino sonoro emprendido...