23 diciembre 2012

Tim Hardin


El 23 de diciembre de 1941 nació en Eugene (Oregon) el cantautor de bues y folk Tim Hardin, autor de varios hits de artistas como Bobby Darin, Joan Baez, Johnny Cash o los Four Tops. Por otro lado mantuvo una interesante y discreta carrera en solitario truncada por su adicción a la heroína.

Los padres de Tim poseían ambos educación musical y su madre, Molly Small Hardin fue una de las más respetadas violinistras del país, habiendo ejercido como primer violín en la orquesta sinfónica de Portland, cuando Tim era un niño. Su padre había tocado en grupos de jazz durante su estancia en la Universidad y en el ejército, antes de dedicarse al negocio inmobiliario. Su casa recibía numerosas visitas de eminentes músicos pero ninguno de ellos fue el que animó a Tim a comenzar sus pasos en la música. "Simplemente comenzé a tontear con la guitarra y cantanba en el coro del instituto. Nunca pensé ir a la universidad. Si tienes cualquier tipo de talento, lo único que consigues yendo es restringirlo."

Tratando de encontrar su identidad, una vez terminada la high school, se alistó en el cuerpo de marines. Durante sus misiones en Laos y Camboya, pulió su técnica con la guitarra y montó un repertorio de canciones folk. Tras licenciarse, se dirigió a la ciudad de Nueva York y asistió un tiempo a clases de interpretación, antes de viajar a Cambridge (Massachusetts), donde se introdujo en la escena folk. No tardó mucho en convertirse en uno de los artistas favoritos en los cafés y clubes locales. En 1964 logró un seguimiento similar en el Greenwich Village de Nueva York. Por aquel tiempo Tim residió en Woodstock, en la misma época en la que Dylan y los miembros de The Band también vivían por allí.

Hardin en Newport 66
Uno de sus primeros fans fue Erik Jacobsen, un productor que había trabajado con Lovin' Spoonful. Jacobsen ayudó a Hardin a grabar unas maquetas para Columbia Records, que consistían principalmente en temas de blues. Hardin estaba interesado también en el R&B por entonces, pero poco a poco fue moldeando su estilo folk que sentaría su reputación, afianzada tras una gran actuación en el Newport Folk Festival de 1966. Por otro lado, en 1965 Tim había conocido Susan Morss, actriz de cierta fama conocida profesionalmente como Susan Yardley, con quien inició un tormentoso romance que conllevaría un giro radical en su producción. Ocurre todo en apenas un año, mientras el cantante vive en el apartamento del cómico Lenny Bruce (a quien dedicará 'Lenny’s tune') y firma un contrato con Verve Forecast tras su breve e improductiva estancia en Columbia.

Empiezan a fluir composiciones magistrales, la mayor parte de las cuales aparecerán en su primer álbum, 'Tim Hardin 1' (1966) desmenuzando en un nuevo estilo intimista todas las fases de su aventura tóxico-amorosa: 'Don’t make promises', 'While you’re on your way', 'It’ll never happen again' y 'How can we hang on to a dream?', son infinitas vueltas de tuerca al mismo tema. En ellas, su voz adquiere nuevos matices, una combinación irresistible entre masculinidad convencida y fragilidad siempre a punto de romperse, enfatizada por su magistral paso de notas agudas a graves en un mismo verso. Si como compositor era brillante, como cantante era inimitable.

A la grabación de su debut contribuyeron John Sebastian a la armónica y el vibrafonista de jazz Gary Burton. En el álbum aparecen la mayoría de las canciones que han perdurado en la memoria colectiva desde entonces y por las que se ganó el aplauso generalizado de la crítica, entre ellas, 'Misty roses', 'How can we hang on to a dream' y la muy versionada 'Reason to believe'. Sin embargo, a pesar de la respuesta positiva de su primer trabajo, Hardin no estaba muy satisfecho con los arreglos de violines que añadieron sin su permiso. Varios testigos recuerdan que Tim lloró cuando escuchó la mezcla final.


El éxito del álbum provocó la edición de sus grabaciones anteriores recogidas en el álbum 'This is Tim Hardin'.

En 1967 se publicó 'Tim Hardin 2' que contenía otra de sus canciones más famosas, 'If I were a carpenter', un tema que Bobby Darin llevó al Top10. También resultó un éxito para los Four Tops y Johnny Cash y June Carter. De nuevo Hardin se queja amargamente de la producción, pero más allá de que en esta ocasión no acredita los músicos, el disco es una maravilla de equilibrio instrumental y nos regala diez miniaturas de romanticismo imposible.

Están los  temas de corte country-folk y atractivo universal como la mencionada 'If I were a carpenter', 'Black sheep boy' y 'The Lady came from Baltimore', pero su arte llega a un máximo de intimidad casi incómoda en piezas de folk-jazz (con un trabajo de bajo y batería suave pero magistral) como 'Red balloon' (que relata la incompatibilidad entre heroína y amor) y 'Speak like a child' (una canción terrible sobre el desamparo). Hardin se guarda 'Tribute to Hank Williams' para el final, una pieza estremecedora dedicada al desaparecido mito del country, que podría servir perfectamente como epitafio de su propia muerte.

A continuación Tim, cuyas actuaciones estaban muy solicitadas en los circuitos folk, realizó los siguientes meses numerosas giras por Estados Unidos y Europa. Pero la falta de éxito comercial como artista, su adicción a la heroína y el alcohol le llevaron a una falta de creatividad en el estudio y a un deterioro artístico en el escenario cada vez más evidente, dejando de atender algunos conciertos por motivos de salud y llegando a quedarse dormido durante una actuación en el Royal Albert Hall en 1968. Ese año, se publicó 'Tim Hardin 3 Live in Concert'.

Con Karen Dalton en Woodstock
Irritado por su falta de éxito, y cada vez más emponzoñado en sus delirios tóxicos, el cantante se encierra en una cabaña en Woodstock para grabar de manera errática 'Suite For Susan Moore And Damion: We Are One, One, All In One' (1969), un álbum conceptual sobre su familia que paradójicamente fue acompañado del enésimo abandono de Susan Moors. Tim participa en el famoso festival de Woodstock pero no aparece ni en la película ni en los discos que se publicaron.

'Painted Head' (1973)
En 1971, tras ponerse a la venta 'Bird on a Wire', en el que comenzó a interpretar temas compuestos por otros, se trasladó al Reino Unido con la intención de seguir una terapia de desintoxicación con metadona. Permaneció allí siete años, durante los cuales actuó por toda Europa, pero los álbumes que publicó en los setenta no alcanzaron el nivel de sus primeros trabajos. En 1973, con la publicación de 'Painted Head', álbum compuesto por canciones de otros autores, demostró su falta de creatividad. En 1974 aparecía en el sello GM su último disco de estudio con temas originales, 'Nine'.


En uno de sus regresos a Estados Unidos, se estableció en California donde trató de encontrar nuevas audiencias para sus canciones. Continuó viajando a Inglaterra y actuando por la costa Oeste americana mientras seguía arrastrando problemas psicológicos y de salud, causados en gran parte por sus adicciones.

Tras su primer y único concierto en su ciudad natal, Eugene, (se publicó en 1981 bajo el nombre 'The Homecoming Concert') un breve instante de emotiva rehabilitación, continuó con su camino de autodestrucción hasta su muerte de una sobredosis de morfina y heroína el 29 de diciembre de 1980.

Pero el hombre que en el círculo de Andy Warhol conocían como Tim 'Heroin' se había ganado su condición mítica por otros motivos. Más allá de que su repertorio clásico conociera mil versiones (desde Bobby Darin y Scott Walker hasta Paul Weller), Hardin había creado un estilo único dentro del folk-rock norteamericano; lejos de la protesta acústica, de la electricidad histérica o de la orquestación desmesurada, mucho más cerca del equilibrio y el toque impecable de un crooner de jazz.

Pero en contrapartida, también había creado un personaje imposible de analizar sin realizar un tratado psicológico sobre el amor, los sueños imposibles, la mentira, la adicción y el desamparo. De ello tratan la mayor parte de sus canciones, y él vivía literalmente en ellas, en una especie de juego de espejos romántico llevado al extremo. Como ocurre con el trompetista Chet Baker, su figura engrandece o empequeñece dependiendo del ángulo de visión. En 1981 se publicó su último trabajo, inacabado, 'Unforgiven'.

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