07 septiembre 2012

Antonio Mairena


El 7 de septiembre de 1909 nació en Sevilla Antonio Mairena, considerado por la práctica totalidad del mundo flamenco, uno de los mejores cantaores que ha dado el género. Se le llamó en los comienzos de su carrera, sucesivamente, Niño de Rafael y Niño de Mairena. Su personalidad es una de las más relevantes en la historia del flamenco, capital en la segunda mitad del siglo XX, distinguiéndose como uno de los más completos y grandes cantaores e investigador y divulgador de su arte.

Antonio Mairena se consideró desde joven legítimo heredero del arte de Manuel Torre, a quien proclamaba su primer maestro junto a Joaquín el de la Paula; también frecuentaba las fiestas gitanas a las que le llevaba su padre, gran aficionado. Cantaor extraordinario, su labor investigadora es un rasgo que le distingue del común de los cantaores. Antonio Mairena fue un estudioso del género, de manera que recopilaba estilos y cantes que luego era capaz de reproducir en propia voz. Su sentido didáctico del Flamenco le hacía escuchar con frecuencia a todo tipo de artistas, de mayor y menor nivel. De este modo, el fondo estilístico de Antonio se basaba en una gran multitud de fuentes, antagónicas en ocasiones, que propiciaba una gran variedad de su repertorio. A veces pasaba años estudiando un cante, que luego comenzaba a cantar él desentrañado y reconstruido como creía que debía haber sido. Hoy permanecen en el acervo cantaor estilos y formas de cantes que sin su mediación estarían perdidos.

Sus investigaciones y estudios los plasmó, además de en conferencias, artículos y otros escritos, en dos libros: 'Mundo y formas del cante flamenco', que escribió en colaboración con el poeta y flamencólogo Ricardo Molina, y 'Las confesiones de Antonio Mairena'. Mereció los más altos honores que, seguramente, haya obtenido jamás un artista flamenco. Entre los principales: Director Honorario de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces de Jerez de la Frontera (1959), III Llave de Oro del Cante (1962), Medalla al Mérito al Trabajo, Medalla de Oro de las Bellas Artes (1983), Hijo Predilecto de Andalucía (a título póstumo).


Su legado discográfico, aunque tardío, es importante. Grabó su primer LP, 'Cantes de Antonio Mairena' en 1958, acompañado por los guitarristas Paco Aguilera y Moraíto Chico. En 1964 grabó 'La Llave de Oro del Cante' y, un año después, 'Cien años de Cante Gitano'.

El paso definitivo, discográficamente hablando, lo dio Mairena en 1966 al editar los excepcionales tres volúmenes titulados 'La gran historia del cante gitano andaluz' para el sello Columbia, con texto explicativo de Ricardo Molina. En este estuche, el cantaor se atrevió con treinta soleares diferentes y diecinueve seguiriyas. El 'mairenismo' estaba más que servido. Siguió grabando discos en los años setenta hasta su retirada en 1975. Antonio murió en Sevilla el 5 de septiembre de 1983.

Vivió el flamenco integralmente, en cuerpo y alma. Acuñó conceptos como "arte gitano-andaluz", "razón incorpórea", "mairenismo"... Creía en el duende: "Yo he tenido momentos de trance, eso que se llama también momentos de éxtasis, de creerte que estás en otro mundo, de palpar con tus sentidos la grandeza del más allá. Cosa grande esta. Después es como si te diera miedo o rabia. Después te quedas como prendido de hilos que se suspenden en algo que no conocemos, porque yo cuando canto no abro los ojos, porque para cantar tengo que soñar, tengo que no ver y cuando despierto del letargo si lo he hecho bien mi espíritu es como si hubiera estado en un lejano cautiverio. Después quedo libre de mi cautiverio, al haber dado rienda suelta a mis íntimas satisfacciones".

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