17 mayo 2012

Erik Satie


El 17 de mayo de 1866 nació en Honfleur, en la costa norte francesa, el compositor y pianista francés Erik Satie, precursor del minimalismo, el serialismo y el impresionismo, considerado una de las figuras más influyentes en la historia de la música. Es difícil imaginar una soledad igual a la que, durante toda su vida, mantuvo Erik Alfred Satie, uno de los compositores y pianistas más incomprendidos de su época. Dotado de una extrema sensibilidad, de una permanente actitud irónica, de un humor desenfadado y de una angustiosa inconformidad, Satie, que se rebeló contra las corrientes estéticas establecidas, tanto académicas como vanguardistas, es uno de los personajes más enigmáticos del mundo de la música.

Siempre fue visto por sus contemporáneos como un ser oscuro, antiacadémico e iconoclasta, lo que, posiblemente, explica el discreto reconocimiento que recibió durante su vida. Fue necesario que transcurrieran varios años después de su muerte para que el mundo entendiera su legado como el de un precursor y el de un compositor fundamental en la historia moderna. Sin ningún antecedente artístico en su familia, Satie demostró, desde muy pequeño, una decidida inclinación por la música. Dos años antes de viajar a París, donde se estableció definitivamente a partir de 1878, tomó clases de música con Vinot, un conocido organista de sólida formación clásica.

Conservatorio de Paris en el siglo XIX
En 1879 ingresó al Conservatorio de París, y, allí, como era de esperar, por ser un alumno brillante, avanzó en el estudio de solfeo y armonía, y se decidió, abiertamente, por el piano, el instrumento al que dedicó la mayor parte de su repertorio musical y con el que se ganó la vida. Aunque resulte extraño para quienes descubren en la música de Satie su rebeldía, este compositor trasegó por los caminos del goticismo gracias a sus lecturas de Viollet-le-Duc, y del misticismo, de la mano del poeta Contamine de Latour, con quien mantuvo durante varios años una cercana amistad. Estas dos influencias son claramente percibidas en su primera obra históricamente importante, titulada `Tres sarabandas´, la nº 1, escrita en 1887 (Bojan Gorisek).

El 'Chat Noir' en 1900
Ese mismo año empezó como pianista su vínculo con los cabarets de París, que le dejarían no solamente el escaso dinero para subsistir, sino también algunos amigos y otros muchos enemigos personales e ideológicos. Los sonidos y los ritmos de esos sitios de trabajo se encuentran presentes en sus rebeldes composiciones futuras. “Chat noir” fue el primero de estos establecimientos. En la entrada de este mítico recinto de Montmartre había un cartel que decía algo así como: “¡Paseante, detente!. Este edificio fue consagrado por voluntad del destino a las Musas y a la Alegría bajo los auspicios del Gato Negro. ¡Paseante, sé moderno!”. Y es que, en aquellos años, “Le Chat Noir” era el paradigma de la modernidad y centro de reunión de la sociedad parisina en su animada vida nocturna.

Pero también era el lugar al que acudían jóvenes artistas con el propósito de conseguir algún día leer sus versos, cantar sus canciones, vender sus dibujos o simplemente para dejarse ver con aire bohemio e intelectual en aquel templo de la modernidad. Uno de esos jóvenes fue Satie. Con apenas 20 años, se instaló en el barrio parisino de Montmartre y entró en contacto con el mundo bohemio de la capital, apareciendo un buen día por “Le Chat Noir”, donde se presentó como “Erik Satie, Gimnopedista”, y al poco tiempo era uno de los pianistas habituales del cabaret. Su actividad en el mundo del music-hall estuvo presente en otros locales emblemáticos de París, como “Le Divan Japonais”, inmortalizado por los carteles de Toulouse-Lautrec, o “L´Auberge du Clou”, donde conoció a Claude Debussy, con quien mantuvo una relación marcada por el desconcierto y admiración mutua.


En 1889, la Exposición Universal de París permitió que Satie conociera músicas exóticas de todo el mundo, cuya influencia se descubre en las enigmáticas, delicadas y notorias creaciones: sus `Trois Gymnopédies'  y sus 6 'Gnosiennes'.

Todas estas composiciones, escritas para el piano, denotan un lirismo sutil que ejerció una incontestable influencia sobre músicos tan diferentes como Claude Debussy, Maurice Ravel y los integrantes del Grupo de los Seis. En 1890 conoció a un personaje bastante particular llamado Joséphin Péladan, quien se hacía llamar Sâr Péladan (sâr era el máximo título otorgado por la Orden del Templo de la Rosacruz, una secta místico-exótica que el mismo Péladan había creado, y que se fundamentaba en filosofías orientales y principios rosacrucianos), con quien realizó algunos trabajos musicales, entre ellos, el más destacado fue la composición de la música incidental de la ópera 'El hijo de las estrellas'.

Poco tiempo después Satie fundó su propia secta, a la que denominó Iglesia Metropolitana del Arte de Jesús Conductor, cuyo objeto era luchar contra la inmoralidad estética y artística de la época. Esta aventura, como otras tantas, terminó con un fuerte intercambio de insultos y de bastonazos en un concierto de la Orquesta Lamoureux, que aumentó el número, por demás ya bastante considerable, de enemigos. Posiblemente las obras más conocidas sean “Tendrement”, “La Diva de l’Empire” y “Je te veux”. Esta última, con texto de Henry Pacory:

J'ai compris ta détresse
Cher amoureux
Et je cède à tes vœux
Fais de moi ta maîtresse
Loin de nous la sagesse
Plus de tristesse
J'aspire à l'instant précieux
Où nous serons heureux
Je te veux

Je n'ai pas de regrets
Et je n'ai qu'une envie
Près de toi là tout près
Vivre toute ma vie
Que ton corps soit le mien
Que ma lèvre soit tienne
Que ton coeur soit le mien
Et que toute ma chair soit tienne

J'ai compris ta détresse
Cher amoureux
Et je cède à tes vœux
Fais de moi ta maîtresse
Loin de nous la sagesse
Plus de tristesse
J'aspire à l'instant précieux
Où nous serons heureux
Je te veux

Oui je vois dans tes yeux
La divine promesse
Que ton coeur amoureux
Vient chercher ma caresse
Enlacés pour toujours
Brûlant des mêmes flammes
Dans un rêve d'amour
Nous échangerons nos deux âmes

J'ai compris ta détresse
Cher amoureux
Et je cède à tes vœux
Fais de moi ta maîtresse
Loin de nous la sagesse
Plus de tristesse
J'aspire à l'instant précieux
Où nous serons heureux
Je te veux

(Soprano: Sigune von Osten & Piano: Armin Fuchs)

He comprendido tu aflicción,
amor mío.
Y cedo a tus deseos,
Haz de mí tu amante,
Dejemos a un lado la cordura.
Ya no más tristezas,
Aspiro al instante precioso
en el que seamos felices,
Te deseo.

No tengo remordimientos
y sólo un anhelo
cerca de ti, muy cerca,
vivir toda mi vida.
Que tu cuerpo sea mío
Que mis labios sean tuyos
Que tu corazón sea el mío
y toda mi carne sea tuya.

He comprendido tu aflicción,
amor mío.
Y cedo a tus deseos,
Haz de mí tu amante,
Dejemos a un lado la cordura.
Ya no más tristezas,
Aspiro al instante precioso
en el que seamos felices,
Te deseo.

Si, veo en tus ojos
la divina promesa
Que tu corazón amoroso
venga a buscar mis caricias
Abrazados para siempre,
Quemados por la misma llama
En un sueño de amor,
uniremos nuestras almas.

He comprendido tu aflicción,
amor mío.
Y cedo a tus deseos,
Haz de mí tu amante,
Dejemos a un lado la cordura.
Ya no más tristezas,
Aspiro al instante precioso
en el que seamos felices,
Te deseo.



En 1903, y tal vez como respuesta a las constantes críticas sobre su precaria formación musical, Satie ingresó a la Schola Cantorum, la academia más exigente de Francia. Allí, el maestro Albert Roussel elogió sus conocimientos y dejó sin bases sólidas la opinión de sus adversarios. Sin embargo, los nuevos aprendizajes no influyeron mucho en la concepción de su música, pues ésta era cada vez más cercana a su esencia rebelde y antiacademicista.

En 1911, Ravel, con quien mantuvo una relación cordial, consiguió que la "Société Musicale Indépendante" le organizara un concierto monográfico para dar a conocer sus obras, lo que significó para Satie la consagración definitiva. El 18 de mayo de 1917, en el Teatro Châtelet de París, se estrenó, en medio de un gran escándalo provocado por admiradores fanáticos y adversarios irreconciliables, `Parade´ (Houston S.O./Kurtz) una obra escrita por encargo de Sergei Diaghilev, precursor de los Ballets Rusos, sobre un guión de Jean Cocteau, con escenografía y coreografía de Picasso y de Massin, respectivamente, y cuyo fin era simbolizar el espíritu moderno en la danza.

En 1918, por encargo de la Princesa de Polignac, Satie compuso la cantata `Sócrates´, un tributo al pensamiento, una obra de inmutable serenidad, considerada por muchos una de sus creaciones más hermosas y una de las más valiosas de la música francesa de ese tiempo.
“Hay que ser inconformista hasta el fin” fue la frase que acompañó el desarrollo de su vida. A pesar de haber sido el patrocinador del tan conocido Grupo de los seis – franceses que reaccionaron contra el impresionismo-, y de haber participado con Darius Milhaud en el proyecto de la llamada “música de mobiliario”, que concebía la creación musical, más que como un objeto artístico, como un elemento decorador, Satie siempre se declaró en contra de las escuelas, y de todo lo que significara academia. Sin embargo, sus últimos años de vida los dedicó a dar una interpretación musical al movimiento dadaísta, de la mano de Francis Picabia y Marcel Duchamp.

Autoretrato de 1913
Escritor de epigramas y dibujante, amante de la bagatela y del juego, todo en él parece descreído. Padeció un sarcasmo crónico. Nació y murió humorista. Después de que Debussy le hubiera dicho que su arte adolecía de forma, éste le escribió (dedicado) 'Tres piezas en forma de pera' (Aldo Ciccolini & Gabriel Tacchino). El pentagrama imitaba la fruta. "Si tienen forma ya no son amorfas", explicó desde la ironía de sus gafas.
La soledad y la pobreza fueron constantes en la vida de Satie. Nunca se casó y escasamente se le recuerda algún romance fugaz. En los últimos años, su salud se vio seriamente afectada. Después de una penosa hospitalización murió en París, el 1 de julio de 1925. Cuando sus amigos entraron a su habitación (donde nadie había entrado antes) hallaron austeridad y garabatos, dibujos y papelinas con textos dispersos y fantasiosos. Tenía 6 veces un traje de pana idéntico. Ese fue el coto de sus creaciones periféricas, de su secreto. Dibujos y letras y fábulas forman parte integrante de su obra musical. Escribe Davis: "Se sirve del texto para reflejar su compromiso con las tendencias de vanguardia en las artes visuales y en la literatura, demostrando su continuo desafío a los límites de la composición natural".


Obras destacables
Piano:
3 Gymnopédies  Nº 1 “Lent et douloreux” Gymnopédie No. 1 (Tzvi Erez, piano)  Nº 2 “Lent Et Triste" (Daniel Varsano & Philippe Entremont) Nº 3 “Lent Et grave” (Daniel Varsano & Philippe Entremont)

6 Gnossiennes  Nº 1 (Alessio Nanni, piano) Nº 2  Nº 3 (Reinbert de Leeuw)  Nº 4  y 5 (Philippe Entremont, Daniel Varsano)  Nº 6 (Reinbert de Leeuw)
• Sarabandes: Trois Sarabandes (Bojan Gorisek)
Belgian Occultist Symbolism III (Aldo Ciccolini)
Danses De Travers I, II, & III (Reinbert de Leeuw)
Piezas en forma de pera (Aldo Ciccolinni)
Danses gothiques (Reinbert de Leeuw)
5 “Nocturnos” (Jean-Yves Thibaudet)
Tres valses de exquisito mal gusto (Daniel Varsano)
La belle excentric “Cancan Grand-mondain” (Guy Campion & Mario Vachon)
Pièces froides (Aldo Ciccolini)
Avant-Dernières Pensées (Aldo Ciccolinni)

Retrato de Satie por Santiago Rusiñol
Canto:
Tendrement (Nicholas Spanos, contratenor)
• Ludions
Elegie (Nicholas Spanos)
Sócrates (Orchestre de Paris & Pierre Dervaux)
Trois autres Mélodies Reinbert de Leeuw & Marjanne Kweksilber)
• Todas las canciones de café-concierto.

Música de escena e incidental:
Parade (arreglo piano 4 manos) (Poulenc & Auric)
Mercure (Orchestre de Paris - Direction: Pierre Dervaux)
Les fils des Étoiles (arreglo para piano) (Reinbert de Leeuw)
Relâche (Orchestre Symphonique et Lyrique de Nancy diretta da Jérome Kaltenbach)

Música de Mobiliario
Satie anticipó el pop en el siglo XIX, sentó las bases de la música de mobiliario (“musique d’ameublement”) y fue precursor del minimalismo y del serialismo. Escribió un manifiesto con las claves de lo que el llamó “Música de Mobiliario”

  • La Música de mobiliario es básicamente industrial.
  • La costumbre, el uso, es hacer música en ocasiones en que la música no tiene nada que hacer…
  • Queremos establecer una música que satisfaga las “necesidades útiles”. El arte no entra en estas necesidades.
  • La Música de mobiliario crea una vibración; no tiene otro objeto; desempeña el mismo papel que la luz, el calor y el confort en todas sus formas…
  • Exijan Música de mobiliario.
  • Ni reuniones, ni asambleas, etc. sin Música de mobiliario…
  • No se case sin Música de mobiliario.
  • No entre en una casa en la que no haya Música de mobiliario.
  • Quien no ha oído la Música de mobiliario desconoce la felicidad.
  • No se duerma sin escuchar un fragmento de Música de mobiliario o dormirá usted mal.

Más tarde se conoció popularmente como música de ascensor y en la que Brian Eno se inspiró para la serie de grabaciones, “Ambient” de su propio sello Obscure Records y que posteriormente acogieron también al minimalismo de Philip Glass ('Metamorfosis') o Steve Reich. Vangelis también recoge las enseñanzas del maestro francés ('La petite Fille de la Mer').

Adaptaciones
Una de sus obras más populares son las Gymnopédies que han sido versionadas hasta la saciedad. Nada resulta excesivo para recomendar al auditorio musical esta obra, esencialmente artística, que ha sido acertadamente considerada una de las más bellas del siglo. Para muestras, unas adaptaciones de los 70 a los 90: Blood, Sweat & Tears, Gary Numan o Janet Jackson. Jacques Loussier aparte de revitalizar los tesoros del maestro Bach, también versionó las obras de Satie. Está claro que los compositores neoclásicos que miran con un ojo al pasado y con el otro al futuro como son el estonio de 75 años Arvö Part o el más joven Johann Johannson (álbum 'Fordlandia'), han recogido las enseñanzas de Satie. Y también el australiano y tan en boga Ben Frost.
Asimismo la electrónica es deudora del trabajo de Satie, sobretodo en géneros como la IDM o la indietrónica como la versión de la Gymnopedie No. 1 de Isan.

Bandas sonoras
La pieza de ballet “Parade” que escribió a partir de un guión de Jean Cocteau, con escenografía de Pablo Picasso, la música para el film “Entr’acte” o su obra “Sports et divertissements” concebida para musicar los dibujos de Charles Martin, fueron de los primeros proyectos multimedia de la historia. A posteriori se ha utilizado su música para infinidad de films, sobre todo, las “Gnosiennes” y “Gymnopédies”, que han aparecido en películas como Käsky (2008), Paris (2008), Man On Wire (2008), El Velo Pintado (2006), Los Tenenbaums, una familia de genios (2001), Chocolat (2000), Los herederos (1998), Corina (1994), Violent Cop (1989), Bailar en la oscuridad (1986), Mi cena con André (1981), Elisa, vida mía (1976), Malas tierras (1973) o Una historia inmortal (1966). Evidentemente su legado ha calado hondo en compositores de bandas sonoras como el español Alberto Iglesias (Hable con Ella, 2002)

2 comentarios:

  1. Un músico brillante, único e irrepetible como SATIE merece una restrospectiva igual de brillante como esta...

    ResponderEliminar